Durante años la comunidad científica ha creído que un “arco de choque” se habría formado más allá de la heliósfera de nuestro sistema solar, mientras éste se abre paso por el espacio interestelar – algo similar a la explosión sónica detonada por un avión de combate en el momento en que rompe la barrera del sonido. Pero los nuevos datos recopilados por el Explorador del Límite Interestelar (IBEX) indican que nuestro sistema y su heliósfera se mueven por el espacio demasiado lento como para formar un arco de choque, y que por lo tanto, éste no existe. En lugar de eso sólo habría una suave onda.
“Mientras los arcos de choque ciertamente existen en muchas otras estrellas, nos hemos dado cuenta de que la interacción de nuestro Sol no alcanza el umbral crítico para formar uno de éstos,” afirma el Doctor David McComas, principal investigador de la misión IBEX, “así que una onda resulta ser una representación mucho más acertada en cuanto a lo que está ocurriendo más allá de nuestra heliósfera – algo muy parecido a la ola generada por un bote que se desplaza por el agua.”
A partir de los datos recopilados por el IBEX, McComas y su equipo fueron capaces de realizar refinamientos en la velocidad relativa de nuestro sistema, así como también pudieron hallar mayor información acerca de la fuerza del campo magnético interestelar local. La información entregada por el IBEX muestra que la heliósfera en realidad se mueve por la nube interestelar local a unos 83.600 kilómetros por hora, unos 11.300 kilómetros por hora más lento que lo que previamente se pensaba. Dicha velocidad es la propicia para generar tan sólo una “onda” de choque.
Otra influencia es la presión magnética en el medio interestelar. Los datos del IBEX, además de otras observaciones realizadas por la Voyager, muestran que el campo magnético es más fuerte en el medio interestelar, y que por lo tanto requiere de velocidades aun mayores para poder producir un arco de choque. Ambos factores combinados apuntan a una única conclusión: es muy poco probable la existencia de tal arco de choque.
Este nuevo hallazgo tal vez guarde alguna relación con las investigaciones realizadas por la misión CLUSTER, la cual encontró que el arco de choque era increíblemente delgado.
El equipo del IBEX combinó sus datos con cálculos analíticos, modelos y simulaciones para determinar las condiciones necesarias para crear un arco de choque. Dos modelos independientes –uno de un grupo de Huntsville, Alabama, y otro de Moscú- estuvieron relacionados con los resultados obtenidos, y el respectivo artículo fue publicado el pasado 10 de Mayo en la revista Science.
¿Cómo cambia nuestra perspectiva de la heliósfera con este nuevo descubrimiento?
“Es demasiado pronto para determinar qué implicancias tiene esto para nuestra heliósfera,” dijo McComas. “Durante décadas de investigación se han explorado escenarios en los que se incluye un arco de choque. Esas investigaciones tienen que volver a realizarse, pero ahora incluyendo los nuevos datos. Sabemos que posiblemente haya implicancias importantes en cuanto a cómo se propagan los rayos cósmicos galácticos alrededor y dentro del sistema solar, lo cual es relevante para los viajes espaciales con humanos:”
Fuente: Cosmo Noticias - Universe Today
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