Rusia lanzó el 30 de marzo el último ejemplar de su cohete Proton-K. A bordo viajaba un satélite militar de alerta inmediata, que fue situado en órbita geoestacionaria. El despegue, que se produjo a las 05:49 UTC, desde el cosmódromo de Baikonur, utilizó la etapa superior Blok DM-2, en la que ha sido la misión número 311 del citado vector. Otras versiones de éste (Proton-M), siguen en activo.
El satélite enviado al espacio es un US-KMO, es decir, un ingenio pensado para vigilar el lanzamiento de misiles y cohetes tanto desde tierra como desde los océanos. El llamado sistema Oko-1 utiliza un telescopio de radiación infrarroja que detecta el calor generado por los motores. Un seguimiento de su trayectoria permite avisar con tiempo al centro de control para advertir de un posible ataque nuclear y tomar las medidas oportunas.
El nuevo ejemplar satelizado ha sido bautizado como Kosmos-2479 y sería el octavo de la serie. Construidos por la empresa Lavochkin, pesan 2.600 kg y tienen una vida útil de unos 7 años o menos.
El satélite enviado al espacio es un US-KMO, es decir, un ingenio pensado para vigilar el lanzamiento de misiles y cohetes tanto desde tierra como desde los océanos. El llamado sistema Oko-1 utiliza un telescopio de radiación infrarroja que detecta el calor generado por los motores. Un seguimiento de su trayectoria permite avisar con tiempo al centro de control para advertir de un posible ataque nuclear y tomar las medidas oportunas.
El nuevo ejemplar satelizado ha sido bautizado como Kosmos-2479 y sería el octavo de la serie. Construidos por la empresa Lavochkin, pesan 2.600 kg y tienen una vida útil de unos 7 años o menos.
(Foto: Novosti Kosmonavtiki)
Fuente: Noticias del Espacio
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