El próximo 25 de noviembre a las 10:25 CEST la misión MSL (Mars Science Laboratory), con el rover “Curiosity” a bordo, pondrá rumbo a Marte desde Cabo Cañaveral (Florida, Estados Unidos). Con una velocidad media de 10 Km/s tiene prevista su llegada el 5 de agosto de 2012 al cráter Gale, próximo al ecuador del planeta rojo.
El rover, de 900 Kg de masa y dimensiones próximas a las de un vehículo utilitario, incorpora numerosos instrumentos científicos, pero me centraré en uno de ellos: REMS (Rover Environmental Monitoring Station), una estación medioambiental diseñada y construida en España con colaboración finlandesa y estadounidense.
La mayor parte de los científicos e ingenieros que han participado en el desarrollo de REMS pertenecen al Centro de Astrobiología(INTA-CSIC) en Torrejón de Ardoz (Madrid, España), aunque también hay colaboración por parte de la Universidad de Alcalá de Henares, la Universidad Politécnica de Cataluña y la empresa CRISA del grupo EADS Astrium.
La finalidad de REMS es registrar parámetros tales como humedad, viento (dirección tridimiensional y velocidad), presión atmosférica, radiación ultravioleta y temperatura tanto del aire como del suelo.
Cuando el rover llegue a Marte, los científicos de todos los instrumentos pasarán 3 meses en Estados Unidos para comenzar el análisis de los primeros datos y pasado este tiempo, cada grupo se desplazará al país de procedencia de su instrumento. En el caso de REMS, el control se realizará desde el Centro de Astrobiología (INTA-CSIC). Javier Gómez-Elvira, investigador principal de REMS, afirmó en una conferencia que impartió en Alcalá de Henares (Madrid, España) que “lo más complicado fue reducir la masa del instrumento hasta llegar a los 1.3 Kg que nos exigían”.
Ahora queda lo más importante: que todo salga bien. Es la primera vez que España lidera el desarrollo de un instrumento de vuelo para Marte. Los científicos e ingenieros que van a presentar el lanzamiento en directo desde Cabo Cañaveral ya se empiezan a poner nerviosos. Los que nos quedamos en España para presenciarlo desde las instalaciones del Centro de Astrobiología también estamos nerviosos, pero menos.
Para estas personas será lo más grandioso que han hecho en sus vidas, al menos a nivel laboral.
No todo el mundo podrá señalar ese puntito rojo en el cielo y afirmar que ahí arriba hay un instrumento en el que ha participado.
Fuente: Cosmo Noticias
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