Un equipo internacional de geólogos ha descubierto una formación geológica inusual que ayuda a explicar cómo el seísmo submarino frente a la costa de Sumatra en Diciembre de 2004 desencadenó el tsunami más mortífero de la historia humana del que se tenga constancia documental fiable.
En la mañana del 26 de Diciembre de 2004, un potente terremoto submarino se desencadenó frente a la costa oeste de Sumatra, Indonesia. El tsunami resultante provocó una amplia devastación a lo largo de los litorales que limitaban con el Océano Índico, con olas de tsunami de hasta 30 metros de altura inundando comunidades costeras. Sin una acción de alerta lo bastante amplia y temprana sobre el desastre que se avecinaba, mucha gente fue sorprendida por el tsunami. Más de 230.000 personas murieron, y millones perdieron su hogar.
El terremoto golpeó a lo largo de una falla donde la Placa Indo-Australiana está siendo empujada bajo la Placa de Sunda al este. Esto se conoce como zona de subducción, y en este caso las placas tienen su punto de encuentro en la Fosa de Sunda, unos 300 kilómetros al oeste de Sumatra. Por regla general, la Placa Indo-Australiana se mueve despacio bajo la Placa de Sunda, pero cuando se produjo la ruptura, golpeó con violencia hacia adelante.
El equipo de Sean Gulick (Instituto de Geofísica de la Universidad de Texas en Austin) y especialistas de la Universidad de Southampton en el Reino Unido, la Agencia para la Evaluación y Aplicación de Tecnología en Indonesia y el Instituto de Ciencias de Indonesia, se han servido de ondas de sonido para visualizar las estructuras bajo la superficie.
Esquema del comportamiento de la falla. (Foto: UTA)
En lugar de los sedimentos endebles y fácilmente desprendibles que suelen hallarse por encima del tipo de falla geológica que causó el terremoto, el equipo encontró una gruesa capa de sedimentos duros y compactos. Una vez que la falla se quebró, la ruptura fue capaz de extenderse desde decenas de kilómetros por debajo del fondo marino hasta sólo algunos kilómetros por debajo de éste, avanzando mucho más de lo que los sedimentos endebles habrían permitido. La distancia adicional le permitió mover una columna de agua marina más grande por encima de ella, desencadenando olas de tsunami mucho más grandes.
Fuente Original: Noticias del Espacio
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