La mayoría de nosotros está familiarizado con el concepto de panspermia –la hipótesis que dice que los organismos vivientes pueden ser “sembrados” por impactos de cometas o asteroides-, pero ¿de dónde viene la semilla dadora de vida? Según un grupo de investigación encabezado por Mauricio Reyes-Ruiz de la Universidad Nacional Autónoma de México, esta semilla podría provenir de la Tierra.
Inspirado por el descubrimiento de rocas lunares y marcianas en la Tierra provenientes de impactos de meteoritos, el equipo comenzó a modelar por computador lo que podría suceder si piezas de la Tierra fueran transportadas a través del Sistema Solar a partir de una colisión. La simulación involucró 10.000 partículas terrestres moviéndose durante un periodo de 30.000 años. La cantidad de materia es muy pequeña comparada con el total de nuestro planeta y el tiempo es un abrir y cerrar de ojos en la escala cósmica, pero los científicos teorizan que las formas de vida extremas podrían ser capaces de existir esta cantidad de tiempo en el espacio.
“La probabilidad de colisión es mayor que lo que se informó previamente”, dijo Reyes-Ruiz. “Se ha sugerido que la eyección al espacio interplanetario de material de la corteza terrestre, acelerado en un gran impacto, puede resultar en el intercambio de material biológico entre la Tierra y otros cuerpos del Sistema Solar”.
¿Podrían los trozos de la Tierra realmente alcanzar otros planetas? Según antiguas teorías, la probabilidad de alcanzar a la Luna o Venus es buena, pero la gravedad del Sol y la Tierra hacen que alcanzar Marte sea improbable. Sin embargo, las nuevas simulaciones demuestran que un impacto en Marte –e incluso en Júpiter- es probable con la velocidad de eyección adecuada. Con la inclusión de unas pocas partículas adicionales, y con una velocidad de movimiento cinco veces superior, los nuevos resultados demuestran que las partículas podrían incluso salir del Sistema Solar. Por extraño que parezca, mientras más rápido se muevan, menos posibilidades tendrán de encontrarse con la Luna y Venus. De las 10.242 partículas que fueron simuladas, 691 ‘escaparon’ del Sistema Solar, y seis aterrizaron en Júpiter.
Chris Shepherd del Instituto de Física en Londres, quien no participó en el estudio, podría estar de acuerdo con esta conclusión. “Es un trabajo fascinante. El equipo elaboró un escenario verdaderamente interesante”, dijo. Una zona de colisión posible es Europa, la luna de Júpiter, y aunque el equipo no simuló el número de partículas que podrían aterrizar específicamente allí, muchos astrónomos creen que Europa contiene un gran océano y que podría, por lo tanto, albergar vida”.
Fuente Original: Cosmo Noticias - Universe Today
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