Tres años después de iniciar esta nueva etapa de su viaje, el robot Opportunity ha alcanzado por fin el borde del cráter marciano Endeavour, una estructura de 22 km de diámetro que promete interesantes descubrimientos científicos.
Comparándolo con el cráter Victoria, que el vehículo investigó de forma intensa, el Endeavour es 25 veces más grande. Dado que el Opportunity dejó atrás hace mucho tiempo su vida útil esperada (debía durar tres meses), los ingenieros que lo controlan consideran cada día que pasa como un regalo para la misión. Así pues, después de explorar el interior del Victoria, decidieron dirigirlo hacia el Endeavour, sin garantía alguna de que llegara a alcanzarlo. El viaje de 21 kilómetros, lleno de paradas para efectuar trabajos científicos, sin embargo, ha llegado a su final con completo éxito (9 de agosto), y ahora el robot se encuentra en el lugar llamado Spirit Point, en el borde del cráter, preparado para nuevas exploraciones.
Cuando ya se prepara el lanzamiento del próximo vehículo de aterrizaje, el Curiosity, que empezó a planearse en profundidad tras el aterrizaje hace siete años de los Opportunity y Spirit (este último ya ha dejado de funcionar), es posible que el primero siga activo cuando el nuevo vehículo aterrice en Marte, si todo va bien. Hasta entonces, los científicos de la misión procurarán sacarle todo el jugo posible, poniendo a su disposición rocas mucho más viejas e interesantes que las estudiadas hasta ahora.
La misión MRO, que se halla alrededor del planeta, fotografió con su potente cámara el interior del Endeavour, y descubrió materiales arcillosos, que pudieron haberse formado durante un período de la historia del planeta más cálido y húmedo. El Opportunity tratará de observar muestras de este tipo de terreno, que dará pistas sobre un entorno potencialmente habitable en el pasado distante de Marte.
Comparándolo con el cráter Victoria, que el vehículo investigó de forma intensa, el Endeavour es 25 veces más grande. Dado que el Opportunity dejó atrás hace mucho tiempo su vida útil esperada (debía durar tres meses), los ingenieros que lo controlan consideran cada día que pasa como un regalo para la misión. Así pues, después de explorar el interior del Victoria, decidieron dirigirlo hacia el Endeavour, sin garantía alguna de que llegara a alcanzarlo. El viaje de 21 kilómetros, lleno de paradas para efectuar trabajos científicos, sin embargo, ha llegado a su final con completo éxito (9 de agosto), y ahora el robot se encuentra en el lugar llamado Spirit Point, en el borde del cráter, preparado para nuevas exploraciones.
Cuando ya se prepara el lanzamiento del próximo vehículo de aterrizaje, el Curiosity, que empezó a planearse en profundidad tras el aterrizaje hace siete años de los Opportunity y Spirit (este último ya ha dejado de funcionar), es posible que el primero siga activo cuando el nuevo vehículo aterrice en Marte, si todo va bien. Hasta entonces, los científicos de la misión procurarán sacarle todo el jugo posible, poniendo a su disposición rocas mucho más viejas e interesantes que las estudiadas hasta ahora.
La misión MRO, que se halla alrededor del planeta, fotografió con su potente cámara el interior del Endeavour, y descubrió materiales arcillosos, que pudieron haberse formado durante un período de la historia del planeta más cálido y húmedo. El Opportunity tratará de observar muestras de este tipo de terreno, que dará pistas sobre un entorno potencialmente habitable en el pasado distante de Marte.
El borde del cráter Endeavour. (Foto: NASA/JPL-Caltech/Cornell/ASU)
El Spirit, hermano gemelo del Opportunity, dejó de comunicar con la Tierra en marzo de 2010, debido a la llegada del invierno marciano y el consecuente déficit de alimentación eléctrica debido a su falta de movilidad (quedó atrapado en una trampa de arena), que impidió una orientación apropiada de sus paneles solares. Sus sistemas probablemente se congelaron y no pudieron funcionar con la llegada del verano, de modo que la NASA no consiguió recuperar el contacto. En mayo se declaró finalizada su misión, y los científicos bautizaron de forma informal como Spirit Point el lugar de llegada del Opportunity junto al Endeavour.