sábado, 9 de julio de 2011

¿Podemos los humanos sentir el magnetismo de la Tierra?

Una proteína que se encuentra en la retina humana es capaz de sentir los campos magnéticos cuando es implantada en moscas de la fruta. El hallazgo reabre un área de la biología sensorial en los humanos.

Crédito: Aaron L. Gronstal.

Para las aves migratorias y tortugas marinas, la habilidad de sentir el campo magnético de la Terra es crucial para realizar los largos viajes que estos animales emprenden durante su migración. Sin embargo, se asume que los humanos no tienen una sensibilidad magnética innata. La investigación publicada en Nature Communications por un cuerpo docente de la Escuela Médica de la Universidad de Massachusetts demuestra que una proteína expresada en la retina humana puede sentir los campos magnéticos cuando es implantada en la Drosophila, reabriendo un área de la biología sensorial en humanos para una mayor exploración.

Se piensa que, en muchos animales migratorios, las reacciones químicas de sensibilidad a la luz que implican una flavoproteína llamadacriptocromo (CRY) juegan un papel importante en la habilidad para sentir el campo magnético de la Tierra. En el caso de la Drosophila, estudios anteriores del laboratorio Reppert han demostrado que la proteína criptocromo encontrada en esas moscas puede funcionar como un sensor magnético dependiente de la luz.

Para probar si la proteína humana criptocromo 2 (hCRY2) tiene una habilidad de sensibilidad magnética similar, Steven Reppert, profesor de neurociencia y neurobiología, el estudiante graduado Lauren Foley, y Robert Gegear, un profesor de postdoctorado y ahora profesor de biología y biotecnología en el Worcester Polytechnic Institute, crearon un modelo transgénico de Drosophila sin su proteína criptocromo nativa, pero expresando la hCRY2 en su lugar. Usando un sistema de comportamiento que el grupo de Reppert desarrolló anteriormente, demostraron que las moscas transgénicas fueros capaces de sentir y responder a un campo magnético generado por una bobina eléctrica, haciéndolo de una manera dependiente de la luz.

Estos hallazgos demuestran que la proteína hCRY2 tiene la capacidad molecular para funcionar en un sistema de sensibilidad magnética y puede allanar el camino para mayores investigaciones en magnetorrecepción humana.

“La investigación adicional sobre magneto sensibilidad en los humanos en el nivel de comportamiento, con particular énfasis en la influencia del campo magnético en la función visual, en lugar de la navegación no visual, sería informativa”, escribieron Reppert y sus colegas en el estudio.


Fuente Original: Cosmo Noticias - Astrobiology Magazine