Científicos españoles han estado estudiando durante los últimos seis meses una tormenta gigante en Saturno. La ' gran mancha blanca', nombre con el que se conoce a este fenómeno atmosférico tiene un tamaño superior al de la Tierra y durante su existencia se expande y rodea todo el planeta de los anillos.
Durante sus observaciones los expertos han teorizado sobre el origen de estas tormentas y han publicado sus tesis en la revista Nature, que ha llevado este tema hasta su portada.
"Los vientos se extienden por debajo de la capa de nubes, mucho más profundos que allí donde llega la luz solar, lo que sugiere que la fuente de calor del interior del planeta sea la causa final de estos vientos", asegura Agustín Sánchez Lavega, profesor de la Universidad del País Vasco tal como recoge SINC.
Esto reforzaría la teoría acerca del origen energético de estos fenómenos atmosféricos en los planetas gaseosos que sostiene que su origen está en las fuentes de calor internas del planeta y no en la luz solar.
La importancia de investigar estos fenómenos en Saturno cobra relevancia por su aplicación práctica en el estudio de la propia Tierra. Estas observaciones permiten probar los actuales modelos meteorológicos en un sistema distinto al de nuestro planeta e imposible de reproducir en un laboratorio.
La aparición de esta tormenta en diciembre de 2010 sorprendió a la comunidad científica, ya que no estaba prevista la presencia de un fenómeno de estas características en Saturno hasta el 2020.
La tormenta fue descubierta por un grupo de astrónomos aficionados en Japón que detectaron una mancha muy brillante en las latitudes medias del planeta.
Por norma general, las tormentas blancas de Saturno aparecen una vez cada año del planeta, lo que equivale a 29,5 años terrestres. La última perturbación de este tipo que se detectó fue en 1990, por lo que ésta llega con diez años de adelanto.
Durante sus observaciones los expertos han teorizado sobre el origen de estas tormentas y han publicado sus tesis en la revista Nature, que ha llevado este tema hasta su portada.
"Los vientos se extienden por debajo de la capa de nubes, mucho más profundos que allí donde llega la luz solar, lo que sugiere que la fuente de calor del interior del planeta sea la causa final de estos vientos", asegura Agustín Sánchez Lavega, profesor de la Universidad del País Vasco tal como recoge SINC.
Esto reforzaría la teoría acerca del origen energético de estos fenómenos atmosféricos en los planetas gaseosos que sostiene que su origen está en las fuentes de calor internas del planeta y no en la luz solar.
La importancia de investigar estos fenómenos en Saturno cobra relevancia por su aplicación práctica en el estudio de la propia Tierra. Estas observaciones permiten probar los actuales modelos meteorológicos en un sistema distinto al de nuestro planeta e imposible de reproducir en un laboratorio.
La aparición de esta tormenta en diciembre de 2010 sorprendió a la comunidad científica, ya que no estaba prevista la presencia de un fenómeno de estas características en Saturno hasta el 2020.
La tormenta fue descubierta por un grupo de astrónomos aficionados en Japón que detectaron una mancha muy brillante en las latitudes medias del planeta.
Por norma general, las tormentas blancas de Saturno aparecen una vez cada año del planeta, lo que equivale a 29,5 años terrestres. La última perturbación de este tipo que se detectó fue en 1990, por lo que ésta llega con diez años de adelanto.
Fuente Original: Noticias de Ciencia