Cuando los geólogos inspeccionan un terreno para valorar qué probabilidades hay de que exista en el subsuelo un depósito de gas o de petróleo, deben tener en cuenta la composición de las rocas que están bajo la superficie. Supongamos, por ejemplo, que hay arenisca, una roca sedimentaria formada mayormente por arena de cuarzo cuyos granos están unidos por un cemento natural silíceo. Las investigaciones anteriores habían sugerido que las bandas de compactación (capas muy comprimidas dentro de la arenisca) son mucho menos permeables que la roca que las alberga, y podrían actuar como barreras para el flujo de petróleo o gas.
Ahora, unos investigadores dirigidos por José Andrade, profesor de ingeniería civil y mecánica en el Instituto Tecnológico de California (Caltech), han analizado imágenes en rayos X de arenisca azteca, y han descubierto que las bandas de compactación en realidad son más permeables de lo que los modelos indicaban anteriormente. Aunque son menos permeables que la roca circundante, no parecen ser capaces de bloquear el flujo de fluidos.
En el estudio se han hecho pues las primeras observaciones y cálculos que muestran que los fluidos tienen la capacidad de fluir por arenisca que tiene bandas de compactación.
(Foto: Foto: NCYT/JMC)
Antes de este estudio, ya hubo algunos en los que se valoró cuán permeables eran estas formaciones, pero esas deducciones fueron obtenidas a partir de imágenes 2D.
La nueva investigación proporciona los primeros cálculos de la permeabilidad basados en muestras de rocas reales tomadas directamente del terreno, en este caso del Valle del Fuego, en Nevada, Estados Unidos.
Fuente Original: Noticias del Espacio