sábado, 25 de junio de 2011

Física - El argón-39 puede ser ideal para dataciones climatológicas


La datación radiactiva, en sus diversas modalidades, se usa para determinar la antigüedad de objetos que van desde fósiles de dinosaurios hasta puntas de flecha de indígenas norteamericanos. Una nueva técnica desarrollada recientemente podría proporcionar a los investigadores otra herramienta de datación radiactiva que en este caso sería de especial utilidad en el estudio de la historia del cambio climático.

El físico Peter Mueller y sus colegas del Laboratorio Nacional de Argonne en Estados Unidos crearon una "trampa atómica" especial para aislar y estudiar el argón-39, un isótopo muy raro de un gas noble que existe de modo natural en pequeñas cantidades en la atmósfera.

La mayoría del argón atmosférico es argón-40, lo cual significa que contiene 18 protones y 22 neutrones. Sin embargo, ocasionalmente un protón de alta energía proveniente del espacio exterior (a menudo referido como "rayo cósmico") choca con el núcleo de un átomo de argón-40, despojándolo de un neutrón y creando un isótopo inestable y radiactivo.

Este proceso ocurre con tan poca frecuencia que sólo existen cantidades extremadamente pequeñas de argón-39 en la atmósfera: menos de un átomo de argón-39 entre 1.000.000.000.000.000 átomos de argón-40.

La ventaja de utilizar el argón-39 para la datación radiactiva radica en su periodo de semidesintegración, que es de aproximadamente 270 años. Algunos isótopos para datación radiactiva bien establecidos, como el carbono-14, tienen un periodo de semidesintegración de varios milenios, mientras que otros, como el tritio o el criptón-85, tienen un periodo de semidesintegración que va desde algunos años hasta décadas. El argón-39, aunque es excepcionalmente raro, es ideal para cierta clase de mediciones por tener un periodo de semidesintegración que no es demasiado corto, ni demasiado largo.

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Un átomo de argón-39. (Foto: ANL)

Por ejemplo, los científicos que estudian la dinámica de las corrientes de agua oceánicas o subterráneas en una escala de tiempo de 100 a 1.000 años podrían considerar la datación por argón-39 como una herramienta particularmente útil para su análisis.



Fuente Original: Noticias del Espacio