Se predijo también que la mayoría de esta masa faltante se debería encontrar en las estructuras cósmicas a gran escala llamadas filamentos.
Los astrofísicos pronosticaron además que la masa podría ser de baja densidad, pero poseer alta temperatura, aproximadamente un millón de grados centígrados.
Esto significaba que, en teoría, la materia debería ser observable en longitudes de onda correspondientes a los rayos-X.
Amelia Fraser-McKelvie, con la ayuda de Kevin Pimbblet y Jasmina Lazendic-Galloway, los tres de la Universidad de Monash en Australia, han detectado recientemente filamentos de esa clase.
Las observaciones en rayos X proporcionan informaciones importantes sobre las propiedades físicas de macroestructuras cósmicas, que pueden ayudar a los astrofísicos a conocer mejor su verdadera naturaleza.
Hasta ahora, la comunidad científica había estado haciendo deducciones basándose sólo en modelos numéricos, por lo que el descubrimiento del equipo de Fraser-McKelvie es un gran paso adelante en el camino para determinar cuál es la cantidad de masa contenida realmente en los filamentos.
Fuente Original: Noticias del Espacio