sábado, 14 de mayo de 2011

Astronomía - Anillos planetarios ondulados por obra de colisiones cometarias



Anillos planetarios ondulados por obra de colisiones cometarias:


Un curioso patrón ondulado en algunos anillos de Saturno, y características similares en el anillo principal de Júpiter, podrían ser efectos secundarios de colisiones con cometas. La investigación que ha permitido llegar a esta conclusión se ha hecho mediante imágenes tomadas por las sondas espaciales Cassini, Galileo y New Horizons de la NASA.


Los científicos de la Cassini notaron por primera vez ondas espirales en una franja de 2.000 kilómetros de ancho del anillo D de Saturno, el más cercano al planeta, en 2005. En 2009, los astrónomos identificaron ondulaciones más extensas que cubren todo el anillo C, de 17.000 kilómetros de ancho, y comenzaron a buscar pistas de su origen.


Comparando los datos obtenidos en 2005 con los reunidos en 2009, un equipo formado por especialistas de la Universidad de Cornell y el Instituto SETI, ambas instituciones en Estados Unidos, ha conseguido describir cómo cambiaron las ondas.


Matt Hedman, Joseph A. Burns y sus colegas han llegado a la conclusión de que la rara ondulación descubierta se podría explicar si todo el anillo se hubiera inclinado en algún momento del pasado, concretamente, según sus cálculos, en el invierno de 1983.


Nadie sabe qué pasó en 1983 que fuese capaz de causar esa inclinación. Pero Mark Showalter del Instituto SETI obtuvo una pista mientras examinaba ondulaciones similares en el anillo principal de Júpiter.


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Anillos planetarios ondulados por obra de colisiones cometarias. (Foto: Cassini Imaging Team, SSI, JPL, ESA, NASA)




Aplicando el mismo modelo, los cálculos indicaron que el plano del anillo de Júpiter estaba inclinado en el verano de 1994, exactamente cuando el cometa Shoemaker-Levy 9 colisionó con el planeta. Esto sugiere que los impactos cometarios pudieron inclinar los anillos.


Sin embargo, un sólo objeto sólido no sería suficiente para hacer que la órbita de los anillos se inclinara. Tan sólo crearía un surco a través de los anillos y se precipitaría al planeta. Pero si el objeto (un cometa de tamaño medio, por ejemplo) se hubiera fragmentado creando una nube difusa de partículas, entonces la historia sería diferente: En ese caso, las partículas más pequeñas podrían colisionar sobre una región más amplia y ejercer el efecto observado.





Fuente Original: Noticias del Espacio