“La primera nave espacial de la historia, la Vostok-1, con un hombre a bordo, ha sido puesta en órbita por la Unión Soviética el 12 de abril de 1961. Su piloto es un ciudadano de la URSS, el comandante Yuri Gagarin.” Esta noticia, hecha pública mientras Gagarin todavía estaba en órbita, estremeció a la sociedad de 1961. Los estadounidenses no se lo esperaban, pero se apresuraron en felicitar a Moscú por la hazaña. Este vuelo histórico de 108 minutos, en los que Gagarin completó una vuelta a la Tierra, le convirtió en un héroe mundial. Tenía 27 años. Su hazaña ya forma parte de la historia de la humanidad. La NASA se apresuró en enviar un hombre al espacio y, tan sólo un mes más tarde, Alan Shepard se convertía en el primer estadounidense en el espacio, si bien tan sólo realizó un breve vuelo balístico suborbital. No fue hasta un año más tarde que los Estados Unidos pusieron a un hombre en órbita, John Glenn, que completó tres vueltas al planeta a bordo de su cápsula Mercury. Dos días después del aterrizaje de la Vostok-1, Gagarin regresaba a Moscú, dónde saludó a la multitud desde el balcón del Kremlin acompañado por el Premier soviético Nikita Khrushchev. Cuarenta y ocho horas antes era prácticamente un desconocido, ahora era con razón la persona más famosa del planeta. Gagarin comenzó una gira por todo el mundo, donde las multitudes le aclamaban allá dónde fuese. La gira de Gagarin fue también muy especial, ya que se produjo en plena Guerra Fría. Para Yuri no sólo no había fronteras entre la Tierra y el espacio, también se le abrían las puertas de países separados por el Telón de Acero. Las diferencias ideológicas se olvidaron temporalmente para aclamar a un nuevo héroe de la humanidad. Gagarin nunca volvió al espacio. Al terminar su gira, volvió a Ciudad de las Estrellas para continuar trabajando para el programa espacial soviético. Yuri comenzó el entrenamiento para una de las primeras misiones de la nueva nave Soyuz, en 1967, pero órdenes superiores le apartaron del espacio para no arriesgar la vida del que ya era un icono de la Unión Soviética. Trágicamente, Yuri Gagarin perdió la vida en un accidente aéreo durante un vuelo rutinario de entrenamiento, el 27 de marzo de 1968. Sus cenizas descansan en el muro del Kremlin junto a jefes de estado y héroes de la nación. Un cráter lunar y el asteroide 1772 Gagarin han sido bautizados en su honor, para que su nombre perdure en el cosmos. Fuente Original: Cosmo Noticias |