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Recreación de un oso cavernario. Sergiodlarosa |
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Zaragoza demuestra que el extinto oso de las cavernas ('Ursus spelaeus') no era un animal herbívoro -como se pensaba hasta ahora-, sino un omnívoro carroñero que comía restos de sus congéneres.
Durante la investigación, los expertos analizaron las marcas de dientes que presentaban varios huesos de osos de las cavernas en el yacimiento de Coro Tracito (Huesca). Este lugar es el único emplazamiento del Pirineo español en el que habitaban específicamente estos animales.
La mayoría de los huesos estudiados presentaban marcas con una perforación en los extremos, surcos y muescas relacionadas con fracturas. El patrón de estas señales es similar al que otros investigadores han descrito en otros yacimientos en los que sólo habitaron osos cavernarios, y diferente al que se puede encontrar en lugares en los que la especie convivió con otros carnívoros.
Las muescas de dientes indican que el animal dueño de la dentadura tenía que ser de gran tamaño y recuerdan a la mordida de los osos actuales. Por estos motivos los investigadores sostienen que fue el propio oso cavernario quien infligió las heridas a sus semejantes.