miércoles, 6 de abril de 2011

El ciclo de manchas solares tiene dos máximos


El famoso ciclo solar de 11 años a menudo tiene dos máximos en lugar de uno, y ahora una astrónoma dice que sabe por qué.





Las manchas solares son zonas frías y oscuras en la superficie del Sol. Se cree que son el resultado de una supresión temporal de la convección por parte de las torsiones del campo magnético del Sol. Es por esto que las manchas son más frías que sus alrededores.

El tamaño y número de manchas solares sigue un ciclo de 11 años, un fenómeno señalado por primera vez por Heinrich Schwabe, un astrónomo aficionado alemán, en 1843. Pero en 1967, Mstislav Gnevyshev de la Academia Rusa de Ciencias, señaló que muchos de estos ciclos parecen tener dos máximos.

Ahora, Katya Georgieva del Instituto Espacial y Solar-Terrestre en Sofía, Bulgaria, dice que sabe por qué. Su idea implica que todos los ciclos tienen dos máximos, pero que estos a menudo coinciden haciendo que sea difícil separarlos.

A lo largo de los años, los astrónomos han construido una descripción notablemente detallada de los extraños patrones asociados con las manchas solares.

Por ejemplo, las manchas tienden a formarse en pares con polaridades opuestas.

Esto se explica mediante la idea de que el campo magnético del Sol forma pequeños bucles conocidos como tubos de flujo que se retuercen como gomas estiradas y ocasionalmente estallan a través de la superficie solar. Las manchas solares se forman en los puntos de salida y entrada de estos bucles, que es por lo que se forman en pares de polaridad opuesta.

Las manchas también tienden a formarse en latitudes altas al inicio del ciclo solar. Luego, a medida que avanza el ciclo, se forman más cerca del ecuador.

Los astrónomos creen que la razón de esto es que el campo magnético del Sol tiende a oscilar a lo largo de un ciclo de 11 años. Por lo que el campo tiende a estirarse alternativamente en la dirección norte-sur y luego en la este-oeste, como una campana.

Esta oscilación empuja los tubos de flujo a través de la superficie cerca de los polos al inicio del ciclo y luego más cerca del ecuador a medida que avanza la oscilación.

Lo que parece claro es que las manchas están íntimamente vinculadas con las complejas interacciones entre el campo magnético del Sol y los patrones de convección de su capa externa.

El patrón más simple de convección es que el calor se mueven en un ciclo celular, hacia los polos a lo largo de la superficie y luego de vuelta al ecuador bajo la superficie. (Este patrón se complica luego por factores tales como la fuerza de Coriolis.)

A veces, sin embargo, este patrón puede ser socavado por corrientes que cortocircuitan el ciclo, viajando directamente desde la superficie a las capas inferiores, en lugar de seguir el ciclo completo hacia los polos.

Georgieva dice que los tubos de flujo siguen un patrón similar. Algunos siguen el ciclo completo del ecuador a los polos, mientras que otros cortocircuitan este proceso. Estos distintos patrones de comportamiento empujan los tubos de flujo a través de la superficie en distintos momentos.

Es esta direfencia de comportamiento lo que lleva a los máximos dobles en el ciclo de manchas solares, dice Georgieva. “Estas dos partes del flujo, cuando se transforman por rotación diferencial en la base de la zona de convección, surgen los dos máximos de actividad de manchas solares”, dice.

Esto parece explicar el extraño aspecto de la actividad de las manchas solares. Sin embargo, hay muchas otras curiosidades. El trabajo de Georgieva está lejos de terminar.




Fuente Original: Cosmo Noticias