sábado, 2 de abril de 2011

Arqueología - Analizan una antigua y misteriosa escultura hallada en México



Analizan una antigua y misteriosa escultura hallada en México:



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La escultura descubierta. (Foto: John Hodgson; Dibujo: Kisslan Chan y John Clark, New World Archaeological Foundation)
El hombre es la figura central en un monumento de piedra, que también muestra maíz, descubierto en 2009 en un lugar llamado Ojo de Agua, ubicado en el sur de México, en el estado de Chiapas.

El equipo de Emiliano Gallaga Murrieta, director del Instituto Nacional mexicano de Antropología e Historia en Chiapas, el arqueólogo John Hodgson (Universidad de Wisconsin-Madison) y John E. Clark (Universidad Brigham Young, Estados Unidos), ha presentado los resultados de un análisis de la escultura.

El contexto arqueológico, y la datación por radiocarbono de los fragmentos de cerámica asociados con el monumento de piedra, muestran que data del año 1100 al 1000 a.C., es decir que tiene una antigüedad de aproximadamente 3.000 años. Su edad y estilo concuerdan con el período en que la zona estuvo dominada por una antigua y enigmática cultura, la de los olmecas.

El propósito y el significado de esta escultura son más difíciles de determinar. El arqueólogo Michael D. Coe de la Universidad de Yale cree que fue un monumento público, y bastante importante, probablemente relacionado con algún líder poderoso que reinó sobre las gentes del lugar. También parece estar estrechamente relacionado con la agricultura y con el culto religioso al maíz.

El monumento es una losa plana esculpida en piedra volcánica local relativamente blanda, que pesa casi 60 kilogramos. Tiene cerca de un metro de alto, aproximadamente 35 centímetros de ancho, y entre 10 y 20 centímetros de espesor. El uso de materiales locales muestra que fue creado en Ojo de Agua o en sus cercanías, pero las similitudes de estilo con piezas encontradas en los grandes centros olmecas cerca del Golfo de México y el Valle de México indican asimismo influencias panregionales.

Su ejecución es más tosca que la de la mayoría de los monumentos olmecas del otro lado del istmo. Pero a pesar de que carece de algunos intrincados elementos artísticos, es relativamente sofisticado.

Todo apunta a que Ojo de Agua era una comunidad agrícola. La capacidad de almacenamiento de grano y el contenido nutricional de éste también habría permitido que la población creciera drásticamente y la civilización se volviera más compleja. La fecha de construcción del monumento respalda la idea de que existió una antigua asociación entre el maíz y la religión.

Ojo de Agua parece tener cerca de 200 hectáreas, y es el asentamiento más grande en la zona del período que va desde el año 1200 al 1000 a.C. Las plataformas de túmulos identificadas fueron alineadas intencionadamente en relación con el norte magnético.

El lugar parece ser que estuvo ocupado durante un periodo de entre 150 y 200 años, antes de ser abandonado por razones desconocidas.

Fuente Original: Noticias de la Ciencia y la Tecnología