El
descubrimiento de “cantidades significativas” de agua en muestras de
rocas lunares recolectadas por los astronautas de las misiones Apolo,
desafía una antigua teoría sobre la formación de la Luna, dicen los
científicos.
Desde
la era de las misiones Apollo, los científicos han pensado que la Luna
nació cuando un objeto del tamaño de Marte impactó contra la Tierra, en
los inicios de la historia del planeta, generando un anillo de escombros
que se agrupó lentamente a lo largo de millones de años.

Roca Lunar de Apollo XVI Crédito: Jurvetson
Este proceso, dicen los científicos, debería haber enviado al espacio el hidrógeno, elemento necesario para formar el agua.
Pero
un nuevo estudio sugiere que el escenario aceptado no es posible, dada
la cantidad de agua encontrada en las rocas lunares recolectadas de la
superficie lunar a principios de la década de 1970 en las misiones
Apollo XV, XVI y XVII. Por “agua”, los investigadores no quieren decir
agua líquida, sino hidroxilo, un compuesto químico que incluye hidrógeno
y oxígeno, los ingredientes del agua.
Esos elementos constituyentes del agua habrían estado en la Luna todo este tiempo, dicen los científicos.
“Aún
pienso que el escenario del impacto es la mejor explicación para la
formación de la Luna, pero tenemos que reconciliar esto con la teoría
del hidrógeno”, dice el director del estudio Hejiu Hui, investigador en
ingeniería en la Universidad de Notre Dame, a SPACE.com.
Los resultados se publicaron el 17 de febrero en Nature Geoscience.
Agua en la ‘roca del génesis’ de la Luna
Anteriores
estudios han sugerido que, los elementos que forman el agua, llegaron a
la Luna procedentes de fuentes externas mucho después de que se
enfriase la corteza lunar. En estudios recientes, se propusieron el
viento solar – un flujo de partículas que emana del Sol – así como
meteoritos y cometas, como posibles fuentes para los depósitos de agua
lunar.
Pero la explicación no tiene en cuenta la
cantidad de agua encontrada en las muestras de Apolo, afirman los
investigadores en el nuevo estudio.
Debido
a que hallaron el hidroxilo en las profundidades de cada muestra de
toca, los científicos dicen haber eliminado el viento solar como
explicación para el agua, debido a que estas partículas penetran en la
superficie solo un poco. Un impacto de asteroide o cometa empujaría el
hidrógeno a mayor profundidad, pero no sería tan puro como en las
muestras que observaron los investigadores, debido a que se habría
fundido debido al calor de la colisión del asteroide.
Los investigadores estudiaron las
muestras de las últimas misiones Apollo, incluyendo la famosa “roca del
génesis”, que toma su nombre debido a su avanzada edad de 4500 millones
de años, aproximadamente la misma época en la que se cree que se formó
la Luna.
Usando
un espectrómetro infrarrojo, los investigadores encontraron agua
incrustada en la roca del génesis, así como en todas las otras muestras
de Apolo que estudiaron. Esto implica que había agua presente en los
distintos lugares de aterrizaje de las Apollo XV, XVI, y XVII.
La
investigación de Hui desmiente los viejos análisis de rocas de Apollo
que encontraron que eran muy secas, excepto por unos pequeños restos de
agua atribuidos a una filtración en los contenedores de las rocas cuando
regresaban a la Tierra.
Los
antiguos instrumentos que analizaron estas muestras no eran, sin
embargo, lo bastante sensibles. Hui dice que estos viejos espectrómetros
tenían una sensibilidad en torno a 50 partes por millón (ppm), mientras
que sus instrumentos eran capaces de detectar concentraciones de agua
de unas 6 ppm en anortositas y 2,7 ppm in troctolitas, ambas rocas
ígneas que se hallan en la corteza lunar.
Las
troctolitas se forman en las tierras altas como parte de la corteza
superior de las tierras altas de la Luna, y las anortositas se cree que
forman parte de la corteza “primaria” de la Luna, que se solidificó
aproximadamente a la vez que el resto de cuerpos del Sistema Solar.
Encontrar
agua en la corteza lunar, dicen los científicos, implica que las rocas
lunares podrían haber tardado más en cristalizar de lo que anteriormente
se pensaba. La cantidad exacta de agua presente en estas rocas, sin
embargo, podría variar en futuras medidas, dependiendo de cómo se
calibren.
Antiguos hallazgos de agua en la Luna
Hui
decidió analizar de nuevo las rocas de Apollo tras un conjunto de
resultados en los últimos años que sugerían que la Luna era mucho más
húmeda de lo que se pensaba anteriormente, comenta.
La
nave Clementine de la NASA encontró pruebas de hielo de agua tras
realizar un barrido de la superficie con un radar en 1996, pero
posteriores observaciones de seguimiento con el radiotelescopio de
Arecibo, en Puerto Rico, sugerían que las zonas donde se encontró el
hielo eran áreas con demasiada luz solar para que sobreviviera el hielo.
En lugar de hielo, los investigadores anotaron las observaciones como
pilas de escombro.
El Lunar Prospector
de la NASA encontró posibles restos de agua en 1998 en ambos polos de
la Luna, pero el instrumento solo era capaz de detectar la presencia de
hidrógeno, no de otros elementos.
Luego,
en 2008, nuevos trabajos de laboratorio sobre las muestras lunares de
Apollo encontraron hidrógeno en cristales volcánicos lunares.
Sin
embargo, en septiembre de 2009, tres naves que orbitaban la Luna
encontraron “pruebas inequívocas de agua” sobre la superficie lunar. Las
misiones Chandrayaan-1, de la India, y Cassini y Deep Impact, de la
NASA, detectaron un enlace químico hidrógeno-oxígeno — un indicador de
agua o hidroxilo — en longitudes de onda de la luz reflejada desde la
Luna.
Estos
hallazgos se cree que representan solo pequeñas cantidades de agua.
Apenas un par de meses más tarde, en noviembre de 2009, los científicos
de la misión Lunar CRater Observation and Sensing Satellite (LCROSS) anunciaron que la nave había encontrado grandes depósitos de hielo en el polo sur de la Luna.
Los
científicos descubrieron una gran cantidad de hielo en el Cráter
Shackleton, del polo sur, en 2012. Basándose en los resultados, algunos
grupos dicen que misiones humanas de largo plazo podrían vivir de las
reservas de agua de la Luna mientras realizar tareas científicas, de
minería u otras labores.
Fuente: Ciencia Kanija - SPACE.com
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