Robot Curiosity Crédito: NASA
Cuando la misión del laboratorio científico de Marte de la NASA logró
aterrizar con éxito el róver Curiosity en la tarde del 5 de agosto, fue
aclamada como un gran éxito, tanto para la NASA como para la exploración
de Marte en general. Llevar al robot de una tonelada con seguridad
hasta la superficie obligó a afrontar el peligroso proceso de entrada,
descenso y aterrizaje (EDL en el acrónimo inglés), que se dio a conocer,
gracias a un vídeo producido por la NASA antes de la llegada, como los
“siete minutos de terror”. El exitoso aterrizaje dio lustre a la
reputación de la agencia y convirtió a algunos de los involucrados en el
proyecto en una especie de celebridades.
“Todo el mundo quiere saber, “diantre, ¿por qué va todo tan despacio?”. La respuesta es que necesitamos tener mucha cautela y no cometer errores” declaró Grotzinger.
Aunque
para el equipo científico del Curiosity aquellos siete minutos de
terror eran solo el principio. En los cerca de seis meses y medio
transcurridos desde la llegada, el equipo encargado de la misión ha ido
poniendo al róver poco a poco en camino, probando sus instrumentos y
comenzando a moverlo a través del terreno del Cráter Gale. En contraste
con el aterrizaje del robot, donde el éxito podía determinarse de forma
clara y rápida, las operaciones científicas se van sucediendo a paso
lento.
“Curiosity
es un sistema complejo que, cuando operas con él, tienes que ir dando
pasos de bebé para asegurarte que lo estás preservando para el beneficio
de la posteridad, ya que puede que permanezca allí mucho tiempo. Así
que vamos despacio”, declaró John Grotzinger, el profesor de geología de
Caltech que sirve como director científico de la misión. Él mismo
estuvo presente el viernes en una conferencia de prensa durante la
reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia
(AAAS), en Boston.
Repitió
las mismas afirmaciones en el plenario que hubo esa mañana tras la
conferencia. “Todo el mundo quiere saber, diantre, ¿por qué va todo tan
despacio? Pues porque queremos ser cautelosos y no meter la pata”. Este
tipo de forma de abordar las operaciones de la misión ha sido evidente
en uno de los últimos mayores hitos del Curiosity, el primer uso del
taladro. El 9 de febrero la NASA anunció que el roer había recolectado
la primera muestra de roca con el taladro, perforando 6.4 centímetros en
una roca llamada “John Klein” en honor de un director de proyecto que
falleció en 2011. Todo esto ocurrió unos días después de probarlo en un
sitio cercano de la misma roca. Finalmente el polvo recolectado por el
taladro mientras penetraba en la roca será introducido en los
instrumentos del robot.
El
énfasis, sin embargo, es en “última instancia”. Grotzinger afirmó que
todavía tienen que confirmar que las muestras han pasado por el eje del
instrumento hasta introducirse en las cámaras que retendrán la muestra
hasta que se lleven al CHIMRA que significa Recolección y Manipulación
para un Análisis de Roca Marciana in situ, un aparato que hace vibrar el
material sobre un cedazo que aparta aquellas partículas que son más
grandes de 150 micrones. La muestra obtenida es luego conducida al
CHEMIN, Química y Mineralogía y al SAM, Análisis de Muestras en Marte,
para ser analizada. Él mismo aseguró que esperaban completar todo el
proceso “en la próxima semana más o menos”
“Para
los que estamos involucrados en las operaciones de superficie esto es
el equivalente a la Entrada, Descenso y Aterrizaje, dijo Grotzinger
acerca de la prueba del taladro en la conferencia de prensa. “En vez de
los siete minutos de terror hemos tenido siete meses de manos sudadas
hasta estar seguros de que todo funcionaba”
Parece
que Curiosity pasará al menos las siguientes semanas en esta
localización, aseguró. Parte de este tiempo lo pasaremos analizando la
muestra y realizando estudios, algo que dependerá, añadió, en cuan
“excitante” termina siendo la muestra. Una conjunción planetaria
inminente, cuando la Tierra y Marte están en los lados opuestos del sol,
va a dificultar las comunicaciones de radio, lo que también mantendrá
al rover en su actual posición. “No podremos moverlo hasta el final de
la primavera”
“Algo
que descubrí al comienzo de la misión”, añadió Grotzinger, “es que las
expectativas que tiene todo el mundo son extraordinariamente altas
incluso para aquello que solo podamos descubrir en las más
extraordinarias condiciones”. Otra razón para llevar con mucha calma las
operaciones del Curiosity es la creencia de que el robot tiene una
larga vida por delante. Oficialmente tiene dos años de misión principal
pero el roer está diseñado para operar por mucho más tiempo, y todo el
que se pueda en su mejores condiciones, los responsables del proyecto
esperan que la NASA puede que extienda la misión bastante más que los
dos años iniciales. “Pienso que la agencia percibe que la misión va muy
bien” señaló de nuevo Grotzinger, “nos han dicho que desean apoyarnos
más allá de la duración nominal”. Este apoyo para una misión de larga
duración, dijo, los hace “pensar de manera más estratégica” a la hora de
abordar las operaciones.
El
plan original, por ejemplo, era ir desde el lugar de aterrizaje en la
dirección de la montaña del centro del Cráter Gale, oficialmente
designada Aeolis Mons pero llamada Monte Sharp por el equipo del
proyecto. Aunque, tras la llegada, se diseñó una ruta en dirección
opuesta, hacia una zona donde parecen unirse tres tipos distintos de
terreno, llamada Gleneg.
La
ciencia que hemos recolectado ha justificado con mucho esta decisión,
afirmó Grotzinger. “ha pagado muchos dividendos en términos de lo que
hemos visto como un excitante y potencialmente habitable entorno antiguo
marciano, así que lo vamos a explorar a conciencia.
En
la reunión de la AAAS, Grotzinger no reveló ningún hallazgo logrado por
la misión que no haya sido previamente anunciado por la NASA. Al ser
interrogado en la rueda de prensa acerca de las diferencias de color
vistas en el polvo de roca obtenido tras el reciente taladro, que
mostraron material grisáceo en contraste con el característico color
rojo de la superficie, Grotzinger dijo que los datos del análisis
estaban en camino. “lo que queremos hacer es agrupar todas nuestras
observaciones juntas y presentarlas en conjunto, así que deseamos que
tengáis algo en el plazo de un mes”, declaró.
Estos
planes podrían coincidir con la próxima Conferencia de Ciencia
Planetaria y Lunar (LPSC) en Houston, que arrancará en un mes a partir
de esta fecha. Grotzinger dijo que en una reunión donde estuvieron todos
los responsables del equipo científico de la misión a comienzos de la
semana revisaron todos los resultados que planean presentar en la
conferencia. “Nos llevará mucho tiempo llegar allí, pero intentaremos
llegar” añadió acerca del objetivo de llegar al Monte Sharp.
Las
reticencias que Grotzinger muestra a la hora de divulgar detalles
científicos deben de tener su base en el suceso de noviembre, cuando él
mismo declaró a un periodista que estaba de visita en el centro que uno
de los instrumentos había producido datos de los que “iban a estar en
los libros de historia”. Aquello produjo una ola de especulación
rampante que afirmaba que los científicos del proyecto habían encontrado
evidencias de materiales orgánicos. Al final resultó que el vehículo no
había encontrado – ni encontró todavía- compuestos orgánicos, que tal
como él aseguró eran muy difíciles de preservar a lo largo de millones
de años.
“Una
cosa que he descubierto al principio, dijo en la conferencia de prensa
de la AAAS, ” es que las expectativas que tiene todo el mundo son
extraordinariamente altas incluso para aquello que solo podamos
descubrir en las más extraordinarias condiciones “. Eventualmente
Curiosity comenzará a dirigirse hacia el Monte Sharp, un objetivo que
permanece intacto más allá de la actual ruta. ” En la reunión de nuestro
equipo hemos confirmado, con un fuerte consenso, que el Monte Sharp es
todavía el mejor premio. “Nos llevará tiempo llegar allí, pero lo
intentaremos”
Fuente: Ciencia Kanija - The Space Review
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