Una película de polímeros podría usarse en músculos artificiales y para alimentar a dispositivos micro y nanoelectrónicos.
Ingenieros
del MIT han creado una nueva película de polímeros que puede generar
electricidad aprovechando una fuente que está en todas partes: el vapor
de agua.
El
nuevo material cambia de forma tras absorber minúsculas cantidades de
agua evaporada, lo que le permite curvarse repetidamente. Aprovechando
este continuo movimiento, podría dirigir miembros robóticos o generar
suficiente electricidad para dispositivos micro y nanoelectrónicos,
tales como sensores ambientales.
Vapor de agua Crédito: chops79
“En
un sensor alimentado por una pila, tienes que reemplazarla
periódicamente. Si tienes este dispositivo, puedes aprovechar la energía
del entorno de forma que no tenga que cambiarla a menudo”, dice
Mingming Ma, estudiante de posdoctorado en el Instituto David H. Koch
del MIT para Investigación Integral del Cáncer y autor principal de un
artículo que describe el nuevo material en el ejemplar del 11 de enero
de la revista Science.
“Estamos
muy entusiasmados con este nuevo material, y esperamos que, cuando
logremos una mayor eficiencia convirtiendo la energía mecánica en
electricidad, este material encuentre más aplicaciones”, dice Robert
Langer, Profesor del Instituto David H. Koch en el MIT y autor sénior
del artículo. Esas potenciales aplicaciones incluyen generadores a gran
escala alimentados por vapor de agua, o generadores más pequeños para
alimentar dispositivos electrónicos de uso común.
Aprovechando la energía
La
nueva película está hecha de una red entrelazada de dos polímeros
distintos. Uno de los polímeros, el polipirrol, forma una matriz dura,
pero flexible, que proporciona el soporte estructural. El otro
polímetro, el borato-poliol, es un gel blando que aumenta de tamaño
cuando absorbe agua.
Los
esfuerzos previos para crear películas que respondan al agua solo habían
usado el polipirrol, que muestra una respuesta mucho más débil.
“Incorporando los dos tipos distintos de polímeros, puedes generar un
desplazamiento mucho mayor, así como una fuerza mayor”, dice Guo.
La
película aprovecha la energía que se encuentra en el gradiente de agua
entre los entornos secos y acuosos. Cuando la película, de 20
micrómetros de grosor, se coloca sobre una superficie que contiene
incluso una cantidad pequeña de humedad, la capa inferior absorbe el
agua evaporada, forzando a que la película se curve sobre la superficie.
Una vez que la capa inferior de la película está expuesta al aire,
libera rápidamente la humedad, da una vuelta hacia adelante, y empieza a
curvarse de nuevo. Conforme se repite el ciclo, el movimiento continuo
convierte la energía química del gradiente de agua en energía mecánica.
Tales
películas podrían desempeñar el papel de actuadores (un tipo de motor) o
generadores. Como actuador, el material puede ser sorprendentemente
potente: los investigadores demostraron que una película de 25
miligramos puede elevar una carga de películas de vidrio de 380 veces su
propio peso, o transportar una carga de cables de plata de 10 veces su
peso, funcionando como un “minitractor” alimentado por agua. Usando solo
agua como fuente de energía, esta película podría reemplazar a los
actuadores alimentados por electricidad que se usan ahora para controlar
pequeños miembros robóticos.
“No necesita una gran cantidad de agua”, dice Ma. “Una pequeña cantidad de humedad sería suficiente”.
Una
ventaja clave de la nueva película es que no requiere de la manipulación
de las condiciones ambientales, como sucede con los actuadores que
responden a los cambios en la temperatura o la acidez, señala Ryan
Hayward, profesor asociado de ciencia e ingeniería de polímeros en la
Universidad de Massachusetts en Amherst.
“Lo
realmente impresionante de este trabajo es, que fueron capaces de
diseñar un esquema donde un gradiente de humedad provocaría que el
polímero se curvase, diese la vuelta, y se curvase en la otra dirección,
cíclicamente, y pudieron aprovechar esa energía para realizar un
trabajo”, comenta Hayward, que no fue parte del equipo de investigación.
Generar electricidad
La
energía mecánica generada por el material, también puede convertirse en
electricidad, acoplando la película de polímero a un material
piezoeléctrico, el cual convierte la tensión mecánica en una carga
eléctrica. Este sistema puede generar una potencia media de 5,6
nanowatts, que pueden almacenarse en condensadores para alimentar
dispositivos microelectrónicos de potencia ultra-baja, tales como
sensores de temperatura y humedad.
Si se
usaran para generar electricidad a gran escala, la película podría
aprovechar la energía del entorno – por ejemplo, situándolos sobre un
lago, o río. O podría acoplarse a la ropa, donde la simple evaporación
del sudor podría alimentar dispositivos como sensores de monitorización
fisiológica. “Podrías estar corriendo, o haciendo algún ejercicio, y
estar generando energía”, señala Guo.
A
menor escala, la película podría alimentar sistemas
microelectromecánicos (MEMS), incluyendo a sensores ambientales, o
dispositivos aún menores, como los nanoelectrónicos. Los investigadores
están trabajando ahora para mejorar la eficiencia de la conversión de
energía mecánica en energía eléctrica, lo que podría permitir que
películas más pequeñas alimentasen a dispositivos mayores.
Fuente: Ciencia Kanija - MIT News
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