La
idea de que nuestro universo es un ordenador cósmico gigante, impregna
la ciencia moderna. Ahora, un físico dice que esta suposición es
peligrosamente incorrecta.
Una
de las fuerzas motrices de la ciencia moderna es la idea de que el
universo “calcula” el futuro, tomando algunos estados iniciales como
entrada y genera los estados futuros como salida. Este es un potente
enfoque que ha producido mucho conocimiento. Algunos científicos van más
allá, y dicen que el universo es un ordenador gigante.

Matrix Crédito: David Asch
¿Es
razonable esta suposición? Ken Wharton de la Universidad Estatal de San
José, en California, hace una importante defensa sobre que no lo es. Su
miedo es que la idea del universo como un ordenador es preocupantemente
antropocéntrica. “Es, básicamente, la suposición de que la forma en que
los humanos resolvemos problemas de física, debe ser la forma en que
realmente funciona en universo”, señala.
Es
más, la idea se ha extendido a través de la ciencia si la consideración
adecuada sobre su validez, o algún examen de las alternativas. “Esta
suposición… es tan sólida que muchos físicos ni siquiera pueden imaginar
qué otro tipo de universo podría ser conceptualmente posible”, señala
Wharton.
Defiende que una visión más de cerca a la
idea del cosmos como un ordenador, revela importantes problemas.
Wharton analiza varios. Por ejemplo, un cálculo implica tres pasos.
Primero, el mundo físico debe correlacionarse con un estado matemático.
Luego, este estado matemático evoluciona a un nuevo estado. Y,
finalmente, el nuevo estado vuelve a correlacionarse con el mundo
físico.
En la
mecánica cuántica, esto solo puede suceder si este paso final es
probabilístico. Tal como escribe Wharton: “Ni siquiera el universo sabe
qué salida concreta se producirá”.
Y aún
más, cuando se mide el universo, se produce una salida específica. El
funcionamiento de un ordenador no puede tener esto en cuenta. Para
Wharton, este es un error clave que la mayor parte de los físicos
simplemente pasan por alto.
También
es una pista importante el hecho de que la idea del universo como un
ordenador sea una simple suposición, y una que nadie ha cuestionado
rigurosamente. “Es la suposición menos cuestionada (y más fundamental)
que tiene el mayor potencial de llevarnos por el camino equivocado”,
comenta.
Las
consecuencias son profundas. “Gracias a este profundo sesgo, es posible
que hayamos pasado por alto la descripción real; las pruebas, cada vez
más sólidas, de que las leyes fundamentales que gobiernan nuestro
universo no pueden expresarse en términos de una computación
tradicional”.
Para
demostrar esta afirmación, Wharton pasa una parte significativa de su
artículo explicando una visión alternativa del cosmos que no depende de
la computación tradicional. Es la formulación de Lagrange de las leyes
de la física, basadas en el principio de mínima acción.
Un
ejemplo es el principio de que la luz viaja a través de la distancia más
corta entre dos puntos. El método de Lagrange es, básicamente, definir
el punto inicial y final, examinar todos los posibles caminos, y elegir
el más corto. “Desde este enfoque, la razón por la que la luz se dobla
en el punto de contacto entre el aire y el agua no es debido a una
cadena algorítmica de causa y efecto, sino debido a que, globalmente, es
más eficiente”, explica Wharton.
Cualquiera
que esté familiarizado con este enfoque sabrá de su elegancia y
belleza. Pero los críticos se preguntan cómo puede saber el rayo de luz
su punto de destino cuando empieza su viaje. Wharton dice que estas
críticas usan un argumento como este: “Sí, [el método de Lagranged]
puede ser hermoso, puede ser potente, pero no es realmente como funciona
nuestro universo. Solo es un truco útil que hemos descubierto”.
Pero
este argumento es, en sí mismo, profundamente antropocéntrico, dice
Wharton. Asume que el universo debe funcionar de la misma forma que
nosotros resolvemos problemas – que el universo está tan “a oscuras”
sobre el futuro como nosotros.
Desde
luego, hay muchos buenos argumentos para pensar que el universo
funciona como un ordenador convencional. El punto que señala Wharton es
que también hay otras formas de pensar sobre el cosmos que podrían
proporcionar importante conocimiento nuevo. Si lo ignoramos es bajo
nuestro propio riesgo.
Una lectura interesante.
Fuente: Ciencia Kanija - The Physics ArXiv Blog
No hay comentarios:
Publicar un comentario