En las dos últimas décadas los astrónomos han encontrado cientos de
planetas en órbita alrededor de otras estrellas. Un tipo de los
conocidos como exoplanetas, es el de las super-Tierras, que se cree que
tienen una alta proporción de roca pero, al mismo tiempo, son
significativamente más grandes que nuestro mundo. Ahora, un nuevo
estudio dirigido por Helmut Lammer, del Instituto de Investigación
Espacial de la Academia Austriaca de Ciencias, sugiere que estos
planetas están, en realidad, rodeados por grandes envolturas de
hidrógeno, y que es improbable que en algún momento se conviertan en
algo similar a la tierra. En lugar de super-Tierras, estos mundos son
más similares a mini-Neptunos. Los científicos publican su trabajo en la
revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
Super-Tierras
Las
‘super-Tierras’ siguen un camino evolutivo distinto al de los planetas
hallados en el Sistema Solar, pero una cuestión abierta es si pueden
evolucionar para convertirse en cuerpos rocosos como los ‘planetas
terrestres’: Mercurio, Venus, la Tierra y Marte. Para intentar contestar
a esto, el Dr. Lammer y su equipo observaron el impacto de la radiación
en las atmósferas superiores de super-Tierras que orbitan las estrellas
Kepler-11, Gliese 1214 y 55 Cancri.
Este
grupo de planetas tienen pocas veces la masa de la Tierra, y son
ligeramente más grandes. Orbitan muy cerca de sus respectivas estrellas.
La forma en que la masa de los planetas se relaciona con su tamaño,
sugiere que tienen núcleos sólidos rodeados por atmósferas de hidrógeno,
o ricas en hidrógeno, probablemente capturadas de las nubes de gas y
polvo (nebulosas) a partir de las que se formaron los planetas.
El
nuevo modelo sugiere que la luz de longitud de onda corta del
ultravioleta extremo (mucho más ‘azul’ que la luz azul que ven nuestros
ojos) de la estrella anfitriona, calienta las envolturas gaseosas de
estos mundos, de forma que se expanden hasta varias veces el radio de
cada planeta y el gas escapa de ellos bastante rápidamente. No obstante,
la mayor parte de la atmósfera permanece en su lugar durante todo el
tiempo de vida de las estrellas a las que orbitan.
“Nuestros
resultados indican que, aunque el material en la atmósfera de estos
planetas escapa a una alta velocidad, al contrario que en los planetas
de menor masa, similares a la Tierra, muchas de estas super-Tierras
puede que no se libren de sus atmósferas ricas en hidrógeno capturadas
de la nebulosa “, señala el Dr. Lammer.
En
lugar de convertirse en una Tierra, las super-Tierras puede que
recuerden más a Neptuno, que junto a Urano es un ‘gigante gaseoso’ menor
de nuestro Sistema Solar. Si los resultados de los científicos son
correctos, entonces, las super-Tierras más alejadas de sus estrellas, en
la ‘zona habitable’, donde la temperatura permitiría que existiera el
agua líquida, mantendrían sus atmósferas de manera más efectiva. Si esto
sucede, sería mucho menos probable que fuesen habitables.
Los hallazgos del equipo se pondrán a prueba en 2017, cuando la Agencia Espacial Europea lance el satélite CHEOPS (CHaracterising ExOPlanets Satellite
– Satélite de Caracterización de Exoplanetas). Estudiará super-Tierras
en mayor detalle y debería poder decirnos si alguno de estos exóticos
mundos podría ser, algún día, más parecido al nuestro.
Fuente: Ciencia Kanija - RAS
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