El
espacio-tiempo es liso en lugar de espumoso, según sugiere un nuevo
estudio, anotando una posible victoria a Einstein sobre algunos teóricos
cuánticos que llegaron tras él.
En su
teoría general de la relatividad, Einstein describe el espacio-tiempo
como algo fundamentalmente liso, curvándose solo bajo la tensión de la
energía y la materia. Sin embargo, algunas interpretaciones de la teoría
cuántica no están de acuerdo, viendo el espacio como algo compuesto de
un espuma de minúsculas partículas que aparecen y desaparecen
constantemente.
Parece que Albert Einstein estaba de nuevo en lo cierto.
Un
equipo de investigadores llegó a esta conclusión tras seguir el largo
camino de tres fotones a través del espacio intergaláctico. Los fotones
se lanzaron en una gran explosión conocida como estallido de rayos
gamma, que tuvo lugar a unos 7000 millones de años luz de la Tierra.
Finalmente llegaron hasta los detectores del Telescopio Espacial de
Rayos Gamma Fermi, de la NASA, en mayo de 2009, llegando con apenas una
separación de un milisegundo.
Este
empate en la llegada apoya sólidamente la visión Einsteniana del
espacio-tiempo, dicen los investigadores. Las longitudes de onda de los
fotones de un estallido de rayos gamma son tan pequeñas que deberían
poder interactuar incluso con las “burbujas” más diminutas que proponen
los teóricos cuánticos para esta espuma espacio-temporal.
Si realmente existe esta espuma, los tres
protones deberían haber sido golpeados un poco durante su épico viaje.
En tal escenario, las posibilidades de que los tres alcanzaran el
telescopio Fermi virtualmente al mismo tiempo, son muy bajas, dicen los
investigadores.
Por
lo que el estudio es un golpe contra la existencia de la espuma tal como
se piensa actualmente que es, aunque no un golpe mortal.
“Si
después de todo existe la espuma, creemos que debe ser a una escala
mucho menor que la longitud de Planck, lo que indica que podría haber
implicada una física distinta”, dice el líder del estudio Robert
Nemiroff, de la Universidad Tecnológica de Michigan (Michigan
Technological University), en un comunicado. (La longitud de Planck es
una distancia casi inimaginablemente pequeña, aproximadamente una
billonésima de billonésima del diámetro de un átomo de hidrógeno)
“Existe
la posibilidad de que sea una fluctuación estadística, o que la espuma
espacio-temporal interactúe con la luz de forma diferente a como
imaginamos”, añade Nemiroff, que presentó sus resultados el 9 de enero
en la 221 reunión de la Sociedad Astronómica Americana en Long Beach,
California.
Si el estudio resulta ser cierto, las implicaciones son muy grandes, dicen los investigadores.
“Si
futuros estallidos de rayos gamma confirman esto, habremos aprendido
algo muy fundamental sobre nuestro universo”, dice en un comunicado
Bradley Schaefer de la Universidad Estatal de Louisiana (Louisiana State
University)
Fuente: Ciencia Kanija - Space.com
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