domingo, 16 de diciembre de 2012

La nave enviada a Marte que más tiempo lleva funcionando


En estos tiempos en los que el Curiosity es el protagonista de la exploración del Planeta Rojo, y otro vehículo robótico de superficie, el viejo Opportunity que deambula por Marte desde su aterrizaje aquí en 2004, tiene un digno papel como secundario, hay un vehículo que, poco a poco, ha logrado algo que supera a lo conseguido por todos los demás que han viajado al Planeta Rojo: Ser el que más tiempo de servicio lleva en Marte.

La sonda espacial Mars Odyssey llegó a Marte en octubre de 2001, y desde entonces ha estado al pie del cañón.

El emblemático nombre de la Mars Odyssey hace honor a su larga aventura. Se la bautizó así en honor a Arthur C. Clarke, autor de "2001, una odisea del espacio", escritor de ciencia-ficción, visionario del futuro tecnológico, e impulsor de la exploración espacial.

Once años en activo es mucho tiempo para un vehículo en Marte. Tengamos en cuenta que durante décadas de misiones fallidas a Marte, este planeta se ganó una oscura reputación. Aunque no parecía un mundo especialmente hostil, lo cierto es que fueron típicos los casos de naves que sufrieron percances o con las que se perdió el contacto de repente y para siempre. Este halo de fatalidad y misterio alimentó no pocos argumentos de ciencia-ficción, que mayormente presentaban a los marcianos saboteando las naves terrícolas para impedir que la especie humana averiguase cosas sobre ellos y husmease en su mundo.

De entre los vehículos que sí lograron cumplir su misión, la Mars Odyssey ha vivido lo suficiente como para envejecer, de modo que ahora el personal del Control de Vuelo en la Tierra ha tenido que poner en práctica medidas de prevención para evitar algunos de los problemas inherentes al desgaste que podrían comenzar a afectar a la nave en un futuro cercano.

Al igual que muchas otras naves espaciales, la Mars Odyssey dispone por duplicado de un ordenador central. Ambos gemelos están instalados de tal modo que si uno deja de funcionar, el otro puede relevarle.

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La Mars Odyssey. (Imagen: NASA/JPL)


El ordenador A es el que ha estado trabajando durante todos estos años, mientras el B estaba durmiendo, a la espera de entrar en acción si su hermano sufría una avería y sustituirle. Últimamente, se han percibido signos de desgaste en el ordenador A. Todavía funciona bien, pero no aguantará muchos meses más trabajando a pleno rendimiento.

En vez de seguir exprimiendo al ordenador A hasta que deje de funcionar, para entonces activar al B, se ha optado por activar ya al B y dejar así al A como ordenador de reserva, en un papel que puede cumplir durante mucho más tiempo. De esta forma, la nave tendrá por más tiempo dos ordenadores plenamente operativos en vez de quedarse con sólo uno en un futuro cercano, y si por cualquier motivo llega una ocasión en que el B debe ser desconectado durante unos días o semanas, o sufre una avería temporal, su hermano aún será capaz de hacerse cargo de la nave durante ese periodo de tiempo, hasta que el B vuelva a sustituirle.

La operación de relevo se llevó a cabo recientemente. En estos momentos, el ordenador A duerme, mientras que el B, que no había sido usado desde antes de cuando la nave despegó de la Tierra (abril de 2001), ha asumido ya todas las funciones de a bordo. Además, otros sistemas B han pasado a reemplazar a los A, por las mismas razones que han llevado a hacer el cambio de ordenador.

Entre las tareas actuales de la Mars Odyssey, destacan su vigilancia de los cambios estacionales en Marte, así como su función de repetidor para transmisiones entre la Tierra y otros vehículos en el Planeta Rojo.

Fuente: Noticias de la Ciencia y la Tecnología

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