domingo, 25 de noviembre de 2012

Densidad creciente en los centros de las galaxias elípticas más masivas


Las galaxias elípticas, a diferencia de las espirales, presentan una estructura más concentrada en torno a su centro. Son como inmensos óvalos de estrellas apiñadas. De entre las galaxias, se podría decir, al menos hasta ahora, que las elípticas son las más aburridas para los astrónomos y el público en general, ya que el protagonismo lo suelen tener las galaxias con forma espiral o irregular. Las galaxias de estos dos últimos tipos presentan una amplia variedad de rasgos, cada uno de los cuales potencialmente vinculable con algún episodio de la historia de la galaxia observada.

Sin embargo, lo descubierto en un nuevo estudio efectuado por astrónomos de la Universidad de Utah y otras instituciones subraya que las galaxias elípticas también pueden tener historias espectaculares.

El equipo de Adam Bolton se centró en las galaxias elípticas de mayor masa. Y ha llegado a la conclusión de que durante los últimos 6.000 millones de años, la materia que forma esas galaxias elípticas masivas se ha estado concentrando más hacia el centro de ellas. Los autores del estudio creen que esto demuestra que las grandes galaxias están estrellándose con otras grandes galaxias para formar galaxias aún más grandes, con núcleos más densos.


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Lente gravitatoria donde la luz de una galaxia en el fondo se ve distorsionada por la gravedad de otra mucho más cercana. 
(Foto: Joel Brownstein, University of Utah, para NASA/ESA y el Sloan Digital)


Los estudios más recientes indicaban que esas galaxias masivas crecen mayormente por la vía de absorber a muchas más pequeñas. Sin embargo, lo descubierto en la nueva investigación sugiere que esas fusiones entre galaxias enormes son igual de importantes como vía de crecimiento que esa multitud de pequeños "aperitivos" engullidos en forma de galaxias pequeñas. Los resultados del estudio presentan por tanto una historia más violenta y caótica para estas inmensas galaxias elípticas que la comúnmente contada hasta ahora.

En el estudio también han trabajado Joel Brownstein, Yiping Shu y Ryan Arneson, de la Universidad de Utah, Christopher Kochanek de la Universidad Estatal de Ohio, David Schlegel del Laboratorio Nacional estadounidense Lawrence Berkeley (Berkeley Lab), Daniel Eisenstein del Centro para la Astrofísica, gestionado conjuntamente por la Universidad de Harvard y el Instituto Smithsoniano, David Wake de la Universidad de Yale, en New Haven, Connecticut, Natalia Connolly del Hamilton College en Clinton, Nueva York, Claudia Maraston de la Universidad de Portsmouth en el Reino Unido, y Benjamin Weaver de la Universidad de Nueva York.

Fuente: Noticias de la Ciencia y la Tecnología

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