domingo, 21 de octubre de 2012

Sorpresa, sorpresa. Una roca inesperada


La primera roca marciana a la que ha llegado Curiosity para su análisis presenta una composición más variada de lo que se esperaba según lo que se podía pensar tras las anteriores misiones en el planeta rojo. La piedra recuerda a algunas inusuales rocas procedentes del interior de la Tierra.
El equipo del róver ha utilizado dos de sus instrumentos para estudiar la composición química de esta roca, del tamaño de un balón de fútbol, llamada “Jake Matijevic”. Los resultados apoyan algunas recientes y sorprendentes mediciones y dan un claro ejemplo del porqué la identificación de la composición de las rocas es el mayor objetivo de la misión. Esta nos habla de entornos desconocidos y procesos planetarios.
Roca Jake Matijevic Crédito: NASA/JPL
Roca Jake Matijevic Crédito: NASA/JPL

La roca en cuestión está muy cerca químicamente de un tipo poco corriente, pero bien conocido, de roca ígnea encontrada en muchas zonas volcánicas de la Tierra”, declaró Edward Stolper, del Instituto de Tecnología de Pasadena (Caltech) en California, co-investigador del equipo de Curiosity. “Con tan solo una piedra marciana de este tipo es difícil saber si estuvieron implicados los mismos procesos, pero es un buen punto de inicio para poder empezar a pensar acerca de su origen”.
En la Tierra, las rocas con una composición similar a Jake vienen normalmente de procesos que suceden en el manto del planeta, bajo la corteza, tras la cristalización de magma relativamente rico en agua y a elevadas presiones.
Jake ha sido la primera piedra analizada por el Espectrómetro Alfa de Partículas de Rayos X (APXS), montado en el brazo robótico del róver, así como la trigésima roca examinada por el instrumento “Química y Cámara” (ChemCam). Se analizaron dos marcas del tamaño de un céntimo el día 22 de septiembre gracias a la versión mejorada y más rápida de todas las APSX llevadas a Marte en anteriores misiones, que han analizado en el pasado cientos de rocas. Esta información ha proporcionado a los científicos una biblioteca de muestras comparativas con todo aquello que Curiosity pueda ver.
“Jake es un raro tipo de roca marciana”, aseguró el investigador principal del instrumento APXS, Ralf Gellert de la Universidad de Guelph en Ontario, Canadá. “Tiene una abundancia de elementos consistentes con el mineral feldespato , y es pobre en magnesio y en hierro”.
ChemCam encontró una composición distinta para cada uno de los 14 puntos distintos de la roca, impactando en diferentes granos de mineral dentro de la misma.
“ChemCam ha observado compuestos que recuerdan al feldespato desde su llegada en agosto, y ahora estamos más cerca de confirmarlo con los datos del APXS, aunque hay algunas pruebas adicionales que hacer”, dijo el investigador principal del instrumento ChemCam, Roger Wiens, del Laboratorio Nacional de Los Álamos en Nuevo México.
El examen de la roca Jake es el primero donde se pueden comparar los resultados obtenidos por el APXS y los del ChemCam, que disparó pulsos láser desde la cabeza del mástil del robot.
La abundancia de información obtenida por los dos instrumentos, analizando elementos químicos de la misma roca, es solo la primera parte. Curiosity también lleva laboratorios de análisis en su interior para proporcionar más información sobre la composición de muestras pulverizadas de suelo y rocas. La misión va progresando hacia el momento de introducir la primera muestra de suelo dentro de sus instrumentos de análisis en un próximo sol, o día marciano.
“Ayer utilizamos la primera cucharada de muestra para limpiar la superficie interior de la cámara de procesado de muestras de 15 micras. Es nuestra versión del lavado de coches marciano”, declaró Chris Roumeliotis, líder de planificación de las actividades y perteneciente al Laboratorio de Propulsión a Chorro en Pasadena, California.
Antes de proceder, el equipo estudió con cautela el material de la cucharada en una zona arenosa llamada “Rocknest”, donde Curiosity está pasando alrededor de tres semanas.
“La primera muestra es perfecta, tiene justo la correcta distribución de tamaño de partículas”, afirmó Luther Beegle, científico del sistema de muestras de Curiosity, también del JPL. “Dimos muchos cautelosos pasos para tener claro que era seguro continuar con el proceso de toma de muestra y limpieza”.
A continuación de Rocknest el equipo del robot planea llevar a Curiosity unos 90 metros hacia el este y seleccionar una roca de éste área para utilizar por primera vez el taladro.
Durante la misión principal de dos años de duración los investigadores utilizarán los 10 instrumentos del robot para asegurarse de si el área estudiada ha ofrecido alguna vez condiciones favorables para el desarrollo de la vida microbiana.
Fuente: Ciencia Kanija - NASA

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