domingo, 3 de junio de 2012

La enana marrón más fría conocida detectada mediante ondas de radio

Se llama enanas marrones a los objetos con una masa demasiado pequeña como para activar las reacciones de fusión nuclear que caracterizan a las estrellas, pero que son demasiado grandes como para ser considerados planetas.

Unos astrónomos, utilizando el radiotelescopio más grande del mundo, en Arecibo, Puerto Rico, han descubierto las emisiones de radio naturales de una enana marrón ultrafría, no mucho más caliente que el planeta Júpiter, la cual supera el récord anterior de temperatura más baja de una enana marrón que se ha detectado en ondas de radio.

El equipo del Departamento de Astronomía y Astrofísica y el Centro de Exoplanetas y Mundos Habitables, de la Universidad Estatal de Pensilvania, dirigido por Alex Wolszczan, descubridor de algunos de los primeros planetas encontrados fuera de nuestro sistema solar, ha estado utilizando el radiotelescopio gigante de 305 metros de diámetro (unos 1000 pies) para buscar señales de radio procedentes de enanas marrones. Estos investigadores han captado una emisión natural de radio procedente del astro que ha recibido el nombre de J1047+21. Esta enana marrón está a unos 33,6 años-luz de distancia, en la constelación de Leo. El hallazgo, y la demostración de la capacidad tecnológica que lo ha permitido, podrían aumentar las probabilidades de descubrir vida en otros lugares del universo.

Este objeto es la enana marrón más fría detectada que emite ondas de radio, y tiene la mitad de la temperatura de la anterior poseedora del récord, por lo que sólo es alrededor de cinco veces más caliente que Júpiter.

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Representación artística de una enana marrón. (Foto: PSU)



La nueva enana marrón estudiada por el equipo de Wolszczan y Matthew Route es apenas visible ópticamente. Las ráfagas de ondas de radio recibidas en Arecibo muestran que debe tener un fuerte campo magnético, lo que implica que lo mismo podría decirse de otras enanas marrones similares. Se espera que en el futuro sea posible detectar enanas marrones aún más frías, e incluso, posiblemente, planetas gigantes (del tipo de Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno) alrededor de otras estrellas.

La posibilidad de que planetas jóvenes y calientes alrededor de otras estrellas puedan ser detectados de la misma manera, por poseer fuertes campos magnéticos, tiene repercusiones para las posibilidades de encontrar vida en otros lugares de nuestra galaxia, la Vía Láctea. El campo magnético de la Tierra protege a la vida en su superficie de las nocivas partículas del viento solar. Saber si en la galaxia los campos magnéticos planetarios son comunes (o no lo son), ayudará a calcular las probabilidades de que pueda existir vida en mundos de otros sistemas solares.



Fuente: Noticias del Espacio

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