domingo, 13 de mayo de 2012

Más indicios de que la energía oscura puede ser la energía del propio espacio

El análisis de los datos del Telescopio del Polo Sur (SPT) en la Antártida ofrece un nuevo apoyo para la explicación más aceptada de la energía oscura, la fuente de la misteriosa fuerza que es responsable de la aceleración en la expansión del universo.

La propiedad más ampliamente aceptada de la energía oscura es que conduce a una fuerza dominante que actúa en todas partes y en todo momento en el universo. Esta fuerza podría ser la manifestación de la constante cosmológica de Einstein, que asigna energía al espacio, incluso cuando está libre de materia y radiación.

Los datos del SPT analizados por el equipo de John Carlstrom y Bradford Benson del Instituto Kavli para la Física Cosmológica de la Universidad de Chicago, apoyan firmemente la constante cosmológica de Albert Einstein, el principal modelo para la energía oscura.

A finales de la década de 1990, los astrónomos descubrieron que la expansión del universo parece estar acelerándose, a juzgar por las mediciones de distancias cósmicas sobre la base de la luminosidad relativamente uniforme de las estrellas que explotan en forma de supernova. El hallazgo fue una sorpresa porque se suponía que la gravedad debía estar frenando la expansión que siguió al Big Bang.

Otros científicos defienden la hipótesis de que, a escalas de distancia enormes, la gravedad podría funcionar de manera diferente a la que conocemos en nuestro entorno. En cualquier caso, las mediciones astronómicas apuntan a la existencia de una nueva física, que aún debe ser entendida.

El SPT, financiado por la Fundación Nacional estadounidense de Ciencia (NSF), tiene 23 metros (75 pies) de altura, y pesa 280 toneladas. Situado en la Base Amundsen-Scott que la NSF tiene en el Polo Sur geográfico, se encuentra a una elevación de 2.840 metros (unos 9.300 pies). Debido a su ubicación con respecto al eje de rotación de la Tierra, puede realizar observaciones durante largos periodos.

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El South Pole Telescope. (Foto: Daniel Luong-Van, National Science Foundation)



El SPT fue diseñado específicamente para abordar el misterio de la energía oscura. El telescopio de 10 metros opera en longitudes de onda milimétricas y permite captar imágenes de alta resolución del Fondo Cósmico de Microondas (CMB), la luz remanente del Big Bang, por así decirlo. El CMB es, literalmente, una imagen del universo cuando tenía sólo 400.000 años de edad, antes que se formaran los primeros planetas, estrellas y galaxias en el cosmos.

El equipo científico internacional que se ocupa del Telescopio del Polo Sur está dirigido por expertos de la Universidad de Chicago, y en él participan especialistas de numerosas instituciones. Por ejemplo, por parte estadounidense figuran el Laboratorio Nacional de Argonne en Illinois, la Universidad Case Western Reserve en Cleveland, Ohio, la Universidad de Harvard en Cambridge, Massachusetts, el Observatorio Astrofísico Smithsoniano (cuya sede principal está en Cambridge pero que cuenta con instalaciones en Arizona y Hawái), la Universidad de California en Berkeley y en Davis, la Universidad de Colorado en Boulder, y la Universidad de Michigan. Entre las instituciones de otros países, figuran por ejemplo la Universidad de Cardiff en el Reino Unido, la Universidad Ludwig-Maximilians en Alemania, y la Universidad McGill en Canadá.



Fuente: Noticias del Espacio

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