sábado, 7 de abril de 2012

Las lluvias de Titán y la misión TiME


Lagos en Titán. Crédito: NASA/JPL/SSI.
Aunque hay lagos y ríos de hidrocarburos líquidos en la superficie de la luna Titán de Saturno, las lluvias que los alimentan pueden ser pocas y distantes unas de otras. Según datos recolectados por la misión Cassini de la NASA, partes de Titán podrían no ver lluvias durante más de 1.000 años. Y de acuerdo con el Dr. Ralph Lorenz, del Laboratorio de Física Aplicada John Hopkins (JHUALP), una nueva misión a Titán es exactamente lo que necesitamos para llegar al fondo de esto.
¿¡Lluvia en Titán!? Suena extraño, pero los científicos han observado un complejo ciclo líquido en Titán, con lagos, ríos, nubes, y la lluvia debe alimentarlos. Pero en Titán, donde las temperaturas superficiales descienden hasta los -179 °C, no hablamos de agua. El ciclo hidrológico funciona por completo con metano: lagos de metano, ríos de metano, y lluvia de metano.
Y parece que la lluvia en Titán puede ser extrema, con profundos cauces de ríos que deben de haber tenido enromes flujos por breves periodos. Pero esta lluvia también debe ser rara. En todas sus observaciones de Titán, Cassini sólo detectó dos casos de regiones oscuras que pueden haber indicado precipitaciones.
En una charla reciente en la Conferencia de Ciencia Lunar y Planetaria (LPSC), el Dr. Lorenz presentó sus estimaciones de las precipitaciones de Titán, y la necesidad de una nueva misión que pudiera estudiarlas.
Titan Mare Explorer (TiME)
El Dr. Lorenz es uno de los científicos involucrados en el proyecto conocido como TiME (Titan Mare Explorer); una de tres misiones preseleccionadas que pueden convertirse en misiones Discovery de la NASA.
El módulo TiME, que tiene como finalidad aterrizar en un lago. Crédito: NASA/JPL.
Si es seleccionada, TiME viajaría al sistema de Saturno, descendería a través de la gruesa atmósfera de Titán, y aterrizaría en Ligeia Mara, un gran lago en la superficie de la luna. Buscaría tormentas durante el descenso –un evento extremadamente improbable- y luego observaría los cielos en busca de precipitaciones. Sería capaz de “escuchar” la lluvia que cayera directamente sobre la sonda, y sobre el líquido a su alrededor. TiME también estaría equipada con instrumentos que le permitirían ver la formación de nubes, lluvias lejanas, e incluso arcoíris de metano.
Asumiendo que las nubes de lluvias lejanas midieran 10 km de ancho, y que serían observables a distancias de 20 km, el aterrizador debería ser capaz de detectar tormentas dentro de un área de 1.200 km2. Según el Dr. Lorenz:
Podemos esperar una posibilidad de 50% de que el aterrizador sea alcanzado directamente por la lluvia en una misión de 2.500 horas, pero su cámara podría observar precipitaciones cercanas unas 5 veces.
¿Una vez cada 1.000 años?
Si bien el sistema meteorológico en Titán es similar al de la Tierra, probablemente tiene alunas diferencias importantes, como lo han insinuado las observaciones de Cassini. Aunque posiblemente se observaron tormentas en 2004, hubo un gran vacío hasta 2010. Después de la “tormenta”, la superficie de Titán cambió por una gran región oscura que podría indicar la saturación de líquido en la superficie. Estos estanques parecieron secarse en las observaciones posteriores.
Las estimaciones indican que las regiones cercanas a los polos de Titán ven precipitaciones durante 10-100 horas cada año de Titán (equivalente a 30 años terrestres). Sin embargo, las partes más secas de la luna podrían no ver más que una lluvia cada 1.000 años.
Fuente: Cosmo Noticias - Universe Today

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