Si bien los científicos creen que pueden existir condiciones favorables para la vida en la “súper-Tierra” del sistema Gliese 581, es improbable que la vida sea transferida a otros planetas dentro de este sistema planetario.
“Una de las más grandes preguntas científicas es cómo comenzó la vida y cómo se extendió a través del Universo”, dijo Jay Melosh, distinguido profesor de ciencias atmosféricas y de la Tierra. “Anteriormente esta pregunta se limitaba sólo a la Tierra, pero ahora sabemos que en el Sistema Solar hay un montón de intercambios que tienen lugar, y es bastante posible que la vida comenzara en Marte y viniera a la Tierra. También ha habido una gran discusión acerca de la posible propagación de la vida en el Universo de estrella a estrella”.
Se ha encontrado rocas lunares y meteoritos marcianos en la Tierra, lo que llevó a Melosh a sugerir que los microbios podrían haber viajado entre los planetas de un modo similar.
Un equipo de investigación de la Universidad Purdue ha descubierto que, en contraste con nuestro propio Sistema Solar, el intercambio de microbios vivos entre la “súper-Tierra” y los planetas de Gliese 581 es improbable que se produzca.
Laci Brock, un estudiante de física interdisciplinaria y ciencia planetaria, y Melosh presentaron estos hallazgos el 20 de marzo en la 43 Conferencia de Ciencia Lunar y Planetaria en The Woodlands, Texas.
Brock examinó el sistema planetario Gliese 581 debido a que el planeta d, una súper-Tierra, se encuentra en la “zona habitable” donde podría existir el agua líquida.
“Laci llegó al sorprendente resultado de que es muy difícil que los materiales se propaguen a través del sistema de la misma manera en que podría ocurrir en nuestro Sistema Solar”, dijo Melosh.
Los cuatro planetas encontrados en Gliese 581 se encuentran muy cerca de su estrella central, lo que resulta en altas velocidades orbitales, dijo Brock. Sin embargo, la velocidad del material que deja a Gliese 581 d no es suficiente para permitir intercambios entre los planetas.
“El planeta d tendría una muy pequeña posibilidad de transferir material a otros planetas en el sistema Gliese [581] y, por tanto, está mucho más aislado biológicamente que los planetas interiores de nuestro propio Sistema Solar”, dijo Brock. “En realidad nos muestra cuán único es nuestro sistema solar”.
Melosh dijo que sería necesario un sistema solar más extenso para el intercambio de material entre los planetas.
“Ninguno de los sistemas solares que hemos descubierto hasta ahora tiene oportunidades de intercambiar vida entre los diferentes planetas como las que ofrece nuestro Sistema Solar”, dijo.
Se usó el método Opik-Arnold para simular 10.000 partículas siendo eyectadas desde el planeta e y la súper-Tierra. Los rangos de las velocidades de las partículas fueron escaladas de acuerdo a la velocidad orbital de cada planeta, que es muy alta para los estándares de un sistema solar debido a la cercanía de su estrella central.
“Las eyecciones del planeta d tienen una muy baja probabilidad de impacto en otro planeta además de sí mismo, y la mayor parte de las partículas eyectadas entraría en una órbita inicial hiperbólica y serían eyectadas del sistema planetario”, dijo Brock.
Varios miembros del departamento de ciencias planetarias de Purdue asistieron a la 43 Conferencia de Ciencia Lunar y Planetaria, presentando investigaciones sobre la posible contaminación biológica de la luna marciana Fobos por microbios de la superficie de Marte; la formación de chorros en los cometas; y las anomalías gravitacionales alrededor de grandes cráteres lunares.
Fuente: Cosmo Noticias - PhysOrg
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