domingo, 1 de abril de 2012

El primer mapa geológico de Ío


Mapa de los puntos calientes y montañas en Ío. Crédito: ASU.
El USGS (United States Geological Survey) ha publicado el primer mapa geológico completo de la luna Ío de Júpiter, representando los volcanes activos y flujos de lava y destacando una notable ausencia de cráteres de impacto.
El ardiente Ío, descubierto por Galileo en 1610, es objeto de un calentamiento por marea extremo como resultado de su proximidad a Júpiter. Su corteza se dobla rápidamente cuando orbita el planeta gigante, induciendo un intenso calor en su interior que es liberado a través de cientos de volcanes activos en su superficie. La primera observación de sus volcanes fue realizada por la nave espacial Voyager 1 de la NASA en 1979.
El nuevo mapa, que fue compuesto a partir de datos recolectados por las Voyager 1 y 2, y la sonda Galileo, identifica 19 tipos diferentes de material superficial incluyendo depósitos volcánicos, llanuras y montañas. No menos de 425 centros volcánicos individuales, o pateras (fosas volcánicas), son destacados junto a vastas extensiones de llanuras ricas en azufre y dióxido de azufre.
Veinticinco veces más activo volcánicamente que nuestro planeta Tierra, la extensión del vulcanismo de Ío se ve reflejada en la notable ausencia de cráteres de impacto –Ío es el único objeto en el Sistema Solar que no presenta cráteres visibles- que han estado enterrados desde hace mucho tiempo bajo flujos de lava.
Sin embargo, gran parte de los cambios a largo plazo en la superficie de Ío resultantes de la actividad volcánica se limitan a menos del 15% del área de su superficie. “Nuestro mapeo ha determinado que la mayoría de los puntos calientes activos se encuentran en las pateras, lo que cubre menos del tres por ciento de la superficie de Ío”, dice David Williams de la Universidad Estatal de Arizona, quien dirigió el proyecto de investigación de seis años. “Los campos de flujos de lava cubren aproximadamente el 28 por ciento de la superficie, pero contienen sólo el 31 por ciento de los puntos calientes. Comprender la distribución geográfica de estos rasgos y puntos calientes, identificados en este mapa, está permitiendo que se desarrollen mejores modelos de los procesos interiores de Ío”.
El mapa también ayudará dirigir las observaciones de futuras misiones al sistema de Júpiter, así como también seguir la historia de los cambios superficiales debidos a la actividad volcánica.
El nuevo mapa puede ser descargado desde la página del USGS.
Fuente: Cosmo Noticias - Astronomy Now

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