Las buckybolas llevan este nombre por su parecido con las cúpulas geodésicas del arquitecto e inventor Richard Buckminster Fuller. Se componen de 60 átomos de carbono dispuestos en una esfera hueca, como un balón de fútbol. Su inusual estructura los hace candidatos ideales para aplicaciones eléctricas y químicas en la Tierra, incluyendo materiales superconductores, medicinas, purificación de agua y blindajes.
Valiéndose de datos obtenidos por el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA, el equipo de Nye Evans, de la Universidad de Keele en el Reino Unido, ha detectado vestigios de la existencia de pequeños granos de materia sólida hechos de buckybolas aglutinadas.
Los investigadores encontraron estas partículas en torno a un par de estrellas conocidas como "XX Ophiuchi", a 6.500 años-luz de la Tierra, y las detectaron en una cantidad suficiente como para llenar el equivalente en volumen a 10.000 montes Everest.
Los granos detectados son minúsculos, mucho más pequeños que el grosor de un cabello, pero cada uno podría contener millones de buckybolas amontadas unas sobre otras.
Las buckybolas se detectaron definitivamente en el espacio por primera vez con el Spitzer en 2010. El Spitzer identificó más tarde las moléculas en diferentes ambientes cósmicos. Incluso las encontró en cantidades asombrosas, el equivalente en masa a 15 veces la de nuestra Luna, en una galaxia cercana conocida como Pequeña Nube de Magallanes.
Representación artística de buckybolas en el espacio. (Foto: NASA/JPL-Caltech)
En todos los casos, las moléculas estaban en forma de gas. El reciente descubrimiento de partículas sólidas hechas de buckybolas demuestra la gran abundancia de buckybolas en algunos ambientes estelares.
El equipo de investigación ha sido capaz de identificar la forma sólida de las buckybolas en los datos del Spitzer, ya que poseen una firma espectroscópica peculiar, que resulta diferenciable de la firma propia de la forma gaseosa.
Este hallazgo sugiere que las buckybolas están aún más extendidas en el espacio que lo indicado por los resultados anteriores del Spitzer, tal como subraya Mike Werner, del equipo científico del Spitzer en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, en Pasadena, California. "Pueden ser una forma importante de carbono, un bloque de construcción esencial para la vida, en muchas partes del cosmos".
En la investigación también han trabajado científicos de la Universidad de Lancashire Central en el Reino Unido, así como de la de Minnesota, la Estatal de Luisiana, y la Estatal de Arizona, en Estados Unidos éstas tres, así como otras instituciones.
Fuente: Noticias del Espacio
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