Ese es el hallazgo de una red de cerca de 50 estaciones GPS ubicadas a lo largo de la costa de Groenlandia para medir la respuesta natural del terreno ante el peso cada vez menor del hielo que reposa sobre él. Esas estaciones GPS fueron instaladas entre 2007 y 2009, concretamente en la parte del lecho rocoso que está al descubierto en torno a los bordes de la capa de hielo a lo largo del litoral de Groenlandia.
Cada año, a medida que la capa de hielo de Groenlandia experimenta un deshielo parcial con la llegada de la temporada más cálida, la costa rocosa se eleva. Algunas estaciones GPS en diversos puntos de Groenlandia detectan rutinariamente una elevación de 15 milímetros o más, año tras año. Sin embargo, un pico de temperatura en 2010 levantó el lecho rocoso hasta niveles mucho mayores en un corto período de cinco meses, alcanzándose hasta 20 milímetros en algunos lugares.
Como la materia pétrea posee una elasticidad diminuta pero detectable, el equipo de Michael Bevis, experto en geodinámica de la Universidad Estatal de Ohio, puede utilizar la flexión natural del lecho rocoso de Groenlandia para medir el peso de la capa de hielo, al igual que la compresión de un muelle en una báscula de baño permite medir el peso de la persona que está encima de ella.
Cada año, a medida que la capa de hielo de Groenlandia experimenta un deshielo parcial con la llegada de la temporada más cálida, la costa rocosa se eleva. (Foto: Ohio State University)
Además de Bevis, en este estudio han trabajado otros científicos de su misma universidad, así como de la Universidad de Colorado en Boulder, la de Cornell, la de Luxemburgo, el Instituto Espacial de Dinamarca, la Universidad Técnica de Dinamarca en Copenhague, y las empresas estadounidenses UNAVCO y CH2M HILL Polar Services.
Fuente: Noticias de la Ciencia y la Tecnología
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