Debido a ello, un rasgo común de las tablas de windsurf, las aeronaves y los circuitos electrónicos, por citar tres ejemplos, es que todos contienen resinas que se usan por su ligereza, fortaleza y resistencia.
Sin embargo, una vez elaboradas y aplicadas, estas resinas no pueden ser remodeladas. Hasta ahora, sólo ciertos compuestos inorgánicos, incluyendo el vidrio, ofrecían esta posibilidad.
Combinar las propiedades de esas resinas y las del vidrio en un solo material parecía imposible, hasta ahora.
Un equipo de investigación dirigido por Ludwik Leibler, del Laboratorio de Materia Blanda y Química (CNRS/ESPCI Paris Tech), ha conseguido desarrollar una nueva clase de compuestos capaz de lograr esta proeza.
Reparable y reciclable, este nuevo material puede ser remodelado a voluntad y de una manera reversible, a altas temperaturas. Y además también retiene ciertas propiedades específicas de las resinas orgánicas y los cauchos: es ligero, insoluble y difícil de romper.
El nuevo material. (Foto: © CNRS Photothèque / ESPCI / Cyril FRÉSILLON)
Barato y fácil de producir, este nuevo material podría utilizarse en numerosas aplicaciones industriales. Usado como la base de materiales compuestos, podría competir con metales y hallar múltiples aplicaciones en sectores tan diversos como la electrónica, la industria del automóvil, la construcción de edificios, la aeronáutica o la impresión.
Fuente: Noticias de la Ciencia y la Tecnología
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