sábado, 17 de diciembre de 2011

Exploración Espacial - La vida en exoplanetas podría no necesitar una gran luna


La Tierra y la Luna. Crédito: NASA.

Desde que un estudio fue realizado en 1993, se ha propuesto que con el fin de que un planeta sustente vida más compleja, sería más favorable para el planeta tener una gran luna en órbita, como la Luna de la Tierra. Nuestra luna ayuda a estabilizar el eje de rotación de la Tierra frente a las perturbaciones causadas por la influencia gravitatoria de Júpiter. Sin esta fuerza estabilizadora, habría grandes fluctuaciones climáticas causadas por la inclinación del eje de la Tierra que se balancearía entre aproximadamente 0 y 85 grados.

Pero ahora esta creencia está siendo puesta en duda gracias a una investigación más reciente, lo que significa que la cantidad de planetas capaces de soportar vida compleja podría ser incluso mayor de lo que se pensaba.

Dado que se piensa que los planetas con lunas relativamente grandes son poco frecuentes, esto significaría que la mayor parte de los planetas tipo terrestres como la Tierra tendría lunas más pequeñas o no tendría lunas después de todo, limitando su potencial para sustentar vida. Pero si los resultados de la nueva investigación son correctos, la dependencia de una gran luna podría no ser tan importante después de todo. “Podría haber muchos más mundos habitables allí fuera”, según Jack Lissauer del Centro de Investigación Ames de la NASA en Moffett Field, California, quien encabeza el equipo de la investigación.

Al parecer el estudio de 1993 no tomó en cuenta cuán rápido ocurrirían los cambios en la inclinación; la impresión era que las variaciones del eje serían salvajes y caóticas. Lissauer y su equipo llevaron a cabo un nuevo experimento simulando una Tierra sin luna durante un periodo de 4 mil millones de años. Los resultados fueron sorprendentes; la inclinación del eje de la Tierra varió sólo entre aproximadamente 10 y 50 grados, mucho menos que lo sugerido por el estudio original. También hubo largos periodos de tiempo, de hasta 500 millones de años, cuando la inclinación fue sólo de entre 17 y 32 grados, mucho más estable de lo que antes se creía posible.

Entonces, ¿qué significa esto para los planetas en otros sistemas solares? Según Darren Williams de la Universidad Estatal de Pennsylvania, “Las grandes lunas no son necesarias para una inclinación y un clima estables. En algunas circunstancias, las grandes lunas pueden incluso ser perjudiciales, dependiendo de la disposición de los planetas en un sistema dado. Cada sistema será diferente”.

Al parecer, la suposición de que un planeta necesita una gran luna con la finalidad de ser capaz de soportar vida fue un poco prematura. Hasta ahora, los resultados de la misión Kepler y otros telescopios han mostrado que hay una amplia variedad de planetas orbitando otras estrellas, y que probablemente tengan lunas, que estamos a punto de ser capaces de detectar. Es bueno pensar que más planetas rocosos tipo terrestre, con o sin lunas, podrían ser habitables después de todo.

Fuente: Cosmo Noticias - Universe Today

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