El fósil mide sólo 13 centímetros de largo. Se estima que los dinosaurios adultos de su tipo medían entre 6 y 9 metros de largo.
El pequeño tamaño del ejemplar, encontrado en College Park, Maryland, Estados Unidos, revela que cerca del punto del hallazgo había un nido con huevos de dinosaurio, pues el espécimen no pudo haber ido muy lejos de donde nació.
Tal como indica David Weishampel, profesor de anatomía de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, y miembro del equipo de investigación, este hallazgo ayudará a reunir datos importantes sobre el desarrollo de las extremidades y de los cráneos en la infancia de un dinosaurio. También servirá para ahondar en las características de la crianza de los dinosaurios y en su biología reproductiva.
El fósil fue descubierto en 1997 por Ray Stanford, pero no ha sido hasta ahora cuando se ha llevado a cabo la investigación definitiva que ha permitido catalogarlo como un ejemplar de una nueva especie y género.
A la izquierda, el fósil del bebé dinosaurio. (Foto: Ray Stanford). A la derecha, recreación artística de un dinosaurio del grupo taxonómico del descubierto (Imagen: LadyOfHats (Wikimedia))
El área donde fue encontrado el ejemplar de Propanoplosaurus marylandicus fue, en la época en que nació la cría de dinosaurio, una llanura propensa a inundaciones. Todo apunta a que el animal pereció ahogado.
Ray Stanford, el descubridor del fósil, lo ha donado al Museo Smithsoniano Nacional de Historia Natural, en Estados Unidos. Allí está expuesto para que el público pueda contemplarlo, y también disponible para investigaciones científicas.
Fuente: Noticias de la Ciencia y la Tecnología
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