domingo, 23 de octubre de 2011

Los brillantes ‘huecos’ de Mercurio son únicos en el Sistema Solar


Los fosos de Mercurio. Crédito: NASA/JHU APL/CIW.

Mercurio está cubierto por fosos que no tienen algo que se le parezca en el Sistema Solar, muestran las nuevas observaciones de la sonda MESSENGER de la NASA. Pueden haber sido formados por procesos aún activos hoy en día, y cambian nuestra visión de la historia del pequeño planeta rocoso.

“El hecho de que estas cosas estén allí es una gran sorpresa”, dice David Blewett del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins en Laurel, Maryland.

MESSENGER sobrevoló Mercurio tres veces antes de entrar en órbita el 18 de marzo. Estos sobrevuelos –en 2008 y 2009- revelaron que algunos cráteres estaban llenos con algo brillante que no logró ser identificado.

Ahora, después de más de un año de Mercurio (88 días de la Tierra) en órbita, la cámara de alta resolución de MESSENGER ha revelado que las misteriosas manchas brillantes son grupos de fosos poco profundos, sin bordes, y de formas irregulares.

Cada uno de estos “huecos” tiene entre decenas de metros hasta algunos pocos kilómetros de diámetro y se ven frescos y jóvenes, para los estándares planetarios.

Matriz esponjosa

Otros instrumentos de MESSENGER han descubierto que las rocas de Mercurio contienen más elementos volátiles de lo esperado. Blewett piensa que los huecos se formaron cuando estos elementos –que se vaporizan fácilmente- fueron liberados desde la superficie, dejando atrás una esponjosa y frágil matriz en el suelo que luego se derrumbó.

Micro-meteoroides y partículas cargadas del viento solar pueden haber vaporizado los elementos volátiles en las rocas, provocando los derrumbes.

Los elementos volátiles pueden también haberse concentrado en ‘bolsas’ por erupciones volcánicas que ocurrieron durante las largas y frías noches de Mercurio. En este caso, los gases volátiles volcánicos provenientes de las erupciones podrían congelarse y enterrarse bajo flujos de lava. Más tarde, el impacto de un meteoroide podría dejar expuesto este material a la luz solar, provocando su evaporación y que la roca circundante se desmoronase.

Un impacto improbable

En cualquier caso, un montón de ‘cosas’ volátiles parece esconderse bajo la superficie de Mercurio. Esto representa problemas para las teorías que intentan explicar la alta densidad del planeta; dos tercios de su masa están constituidos por su núcleo de metal.

Una teoría sostiene que, temprano en la vida del planeta, el Sol puede haber vaporizado parte de su exterior rocoso. Otra teoría sugiere que un gran protoplaneta lo golpeó durante su etapa de formación, arrancando sus capas exteriores. En ambos casos, el calor involucrado habría evaporado elementos volátiles, permitiéndoles escapar al espacio.

El hecho de que MESSENGER ha encontrado más elementos volátiles de lo esperado ha confundido a los teóricos que intentan modelar el pasado de Mercurio. “La gente que trabaja en el campo de la formación planetaria, debe volver a empezar”, dice Blewett.

Fuente: Cosmo Noticias - New Scientist

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