miércoles, 1 de junio de 2011

Un legado de escepticismo:

Edzard Ernst, el primer profesor del mundo de medicina alternativa, se retira.
En 1993, Edzard Ernst se convirtió en la primera persona en ostentar una cátedra en medicina complementaria. Cuando se prepara para jubilarse como director de la unidad de Medicina Complementaria en el Peninsula College de Medicina y Odontología, parte de las universidades de Plymouth y Exeter en el Reino Unido, habla con Nature, sobre sus frustraciones y éxitos al tratar de llevar este campo de los límites de la medicina a una línea más científica.

Medicina alternativa

¿Cómo empezó su implicación en el área de la medicina complementaria?
Crecí en Alemania, y en Alemania, la medicina alternativa es bastante común, mucho más que en Gran Bretaña. Por una completa casualidad, mi primera publicación como doctor júnior fue en un hospital homeopático, donde aprendí homeopatía, por supuesto, pero también acupuntura y otras cosas. Quedé bastante impresionado por el hecho de que la gente mejoraba y había unos buenos resultados clínicos.
Luego cambió mi carrera varias veces. Entre otras cosas hice un doctorado en hemorreología, el estudio de las propiedades del flujo sanguíneo, que cambió mi perspectiva un tanto. Aprendí a pensar críticamente. Como doctor no aprendes necesariamente cómo pensar críticamente, por desgracia. Luego volví a la medicina clínica, me hice especialista en medicina de rehabilitación, profesor en Hannover y luego profesor en Viena.
Luego, un día, vi el anuncio para el primer profesor en medicina complementaria. Estaba harto de Viena debido a que había demasiada administración y no suficiente investigación para mi gusto. Envié mi candidatura, y me convertí en investigador a jornada completa de medicina alternativa y complementaria.
¿Qué esperaba lograr al conformar la unidad de medicina complementaria en Peninsula College?
Siempre sentí que debería centrarme en temas que son importantes en el Reino Unido. Por tanto nos centramos en la homeopatía, medicina herbal, acupuntura y manipulación espinal. También estaba convencido de que los científicos tenían que ser críticos y escépticos, y que si aplicas la ciencia a cualquier campo no quieres demostrar que tus ideas son correctas, lo que quieres es comprobar si son correctas.
Esto parece ser una minúscula diferencia para la mayor parte de la gente, pero en mi campo es una enorme diferencia. Creo que somos los únicos [de nuestro campo] que hemos entendido eso. Todo el resto de personas en la investigación de la medicina alternativa usa la ‘ciencia’ para demostrar que sus ideas son correctas y creo que ése es un punto de partida muy malo.
Pongamos que alguien ha sido acupuntor, y entonces decide investigar la técnica. Esa persona, en mi experiencia, [normalmente] quiere demostrar el valor de la acupuntura. Esto es un mal uso de la ciencia, tal vez incluso un abuso de la ciencia. En mi campo, la evaluación crítica se ve como algo negativo. Si alguien me dice ‘eres demasiado crítico’, para mi es un cumplido; para ellos, un insulto.
Hay mucha gente ahora que es profesora de medicina complementaria y alternativa ¿Está disgustado de que no continúen con su legado de pensamiento crítico?
Tengo que admitir que me irrita cuando la gente logra títulos académicos y quienes, en mi opinión, no están preparados para el trabajo. Espero que mi logro más duradero sea haber plantado la semilla de la evaluación crítica dentro del campo.
Hemos tenido muchos otros logros tangibles – hemos publicado libros que normalmente se ven como importantes tanto para personas comunes como para profesionales de la sanidad; hemos empezado una serie de conferencias; hemos publicado alrededor de 1000 artículos de investigación. Pero desearía que la idea de la evaluación crítica fuese nuestro legado más duradero.
Las buenas noticias son que Exeter [ha decidido] no cerrar la unidad. Soy muy optimista sobre que sea quien sea el que siga, se basará en la idea de la evaluación ý el pensamiento crítico.
¿Gastamos lo suficiente en investigación sobre medicina complementaria y alternativa?
En realidad, en este país gastamos una cantidad tan ridícula que es casi vergonzoso. Es menos de un 1% del presupuesto de investigación de los Servicios de Salud Nacionales, y eso claramente no es suficiente si consideras que un 20% de la población usa estas cosas. Si miras en poblaciones específicas, tales como personas con cáncer, el porcentaje es aún mayor.
Se necesita más investigación, pero es más importante tener una buena investigación. La investigación mal llevada es en realidad peor que no hacer investigación.
¿Ha encontrado que alguna medicina alternativa sea útil?
Descubrí que la homeopatía es bastante inútil.  Me habría gustado que las pruebas apuntasen en otra dirección, debido a estudié homeopatía. Habría sido genial ganar un Premio Nobel demostrando que ‘ninguna molécula’ puede tener un efecto, pero las pruebas están claramente en contra.
En otras áreas, las pruebas son mucho más positivas. Hemos demostrado que la acupuntura es útil para reducir el dolor de ciertas condiciones, y es algo generalmente aceptado ahora.
Hay una gran cantidad de medicinas herbales que están respaldadas por pruebas muy sólidas. El ejemplo principal ha sido la hierba de San Juan para la depresión. Hay alrededor de 50 ensayos clínicos y la totalidad de estas pruebas muestran claramente que es al menos igual de efectivo que los tratamientos usuales para la depresión suave a moderada.
Algunas personas dicen que si la medicina alternativa funciona, no es alternativa, es simplemente medicina. ¿Necesita un escrutinio separado?
En cierto modo, como investigador de la medicina alternativa, estás sentado en una rama y tratas de ver fuera de la rama en la que estás sentado. En un mundo ideal, si algo demuestra que funciona, debería ser simplemente medicina, no medicina alternativa ni ninguna otra etiqueta. Pero no vivimos en un mundo ideal. De nuevo, la hierba de San Juan es un muy buen ejemplo. Sabemos que es efectiva, aunque no es aún un tratamiento estándar para la depresión suave o moderada. Se necesita algún tiempo [para que estas ideas] calen. En este periodo interino creo que la etiqueta es bastante útil.
¿Qué hará ahora?
La universidad seguirá dándome trabajo otro año, y en cualquier caso ya me voy acercando a la edad de jubilación. Pero intentaré mantenerme activo, o incluso más activo, y tal vez más franco de lo que era antes. Si no tienes que preocuparte por disgustar a tu vice-rector, tu decano y tus colegas, entonces tiendes a ser más franco. Creo que probablemente escuchará hablar ahora más de mí.


Fuente Original Ciencia Kanija - Nature News