miércoles, 29 de junio de 2011

Astrofísica - Más apoyo para la Teoría de la Materia Oscura Fría



Con el fin de avanzar más en el conocimiento de las condiciones físicas que posiblemente reinaron en el universo temprano, un grupo de investigadores dirigido por la astrofísica Risa Wechsler, de la Universidad de Stanford, ha realizado simulaciones por ordenador para recrear el universo partiendo de conjuntos específicos de condiciones iniciales, y ha comparado los resultados de esas simulaciones con datos recogidos en un estudio reciente.

El modo en que concuerdan unos y otros respalda una teoría sobre la formación de las galaxias, conocida como la teoría de la Materia Oscura Fría.

Esta teoría ofrece lo que muchos consideran la explicación más simple para la configuración de las galaxias en el universo después del Big Bang. La teoría asume que la mayor parte de la masa del universo corresponde a una clase de materia que no puede ser observada por su radiación electromagnética (de ahí que a esa materia se la llame "oscura"). Las partículas de las que, según esa teoría, está hecha la materia oscura se mueven despacio (de ahí el adjetivo "fría").

Se cree que la materia oscura, un material invisible y exótico de composición desconocida, influye en la distribución de las galaxias en el espacio, y también en la expansión global del universo.

La teoría de la materia oscura fría, propuesta a mediados de la década de 1980, sostiene que la gran mayoría de la materia en el universo (tanto como el 75 por ciento) se compone de ese material "oscuro" que no interactúa con los electrones ni con los protones, resultando indetectable por su radiación electromagnética. Inmediatamente después del Big Bang, las partículas de materia oscura tomaron velocidades bajas.

La teoría de la materia oscura caliente es parecida, aunque defiende que tras el Big Bang las partículas de materia oscura mantuvieron velocidades relativamente altas.

Con uno u otro tipo de materia oscura en escena, la evolución inicial del universo pudo ser muy diferente. Por ejemplo, según unas simulaciones informáticas sobre la formación de las primeras estrellas del universo, que fueron realizadas en 2007 por un equipo del Instituto de Cosmología Computacional de la Universidad de Durham, y de las que ya informamos en NC&T ese año, para las partículas de materia oscura fría, de movimiento lento, las primeras estrellas se formaron aisladas unas de otras, con sólo una única estrella de gran masa por cada concentración esférica de materia oscura. 

En cambio, para la materia oscura caliente, de rápido movimiento, una gran cantidad de estrellas de tamaños diferentes se formaron en la misma época, en un gran episodio de formación de estrellas.



Fuente Original: Noticias del Espacio