Investigadores de la Universidad de Huelva y de la Universidad de Valencia, con la colaboración de científicos franceses, han logrado convertir el metano en otro producto, el propionato de etilo, en condiciones relativamente normales. El avance supone un punto de partida en el empleo del metano como materia prima para la industria química.
El metano es una sustancia gaseosa cuya principal característica es la estabilidad: los átomos que forman esta molécula (CH4) están fuertemente unidos y convertirlo en otra sustancia es uno de los retos de la química moderna.
Un equipo integrado por investigadores de la Universidad de Huelva y la Universidad de Valencia, con la colaboración de científicos de Toulouse (Francia), ha conseguido, por primera vez, convertir el metano en propionato de etilo. Para ello, han usado una sustancia (que contiene plata) como catalizador, que hace reaccionar al metano y a otro reactivo -diazo compuesto- para dar lugar al producto final, el propionato de etilo.
El grupo de la onubense había aplicado esta misma metodología con otros hidrocarburos en experimentos previos. Pero trasladarla al metano suponía un problema, ya que es una sustancia muy poco reactiva y cualquier otra sustancia presente en el reactor reaccionaría antes.
El metano es una sustancia gaseosa cuya principal característica es la estabilidad: los átomos que forman esta molécula (CH4) están fuertemente unidos y convertirlo en otra sustancia es uno de los retos de la química moderna.
Un equipo integrado por investigadores de la Universidad de Huelva y la Universidad de Valencia, con la colaboración de científicos de Toulouse (Francia), ha conseguido, por primera vez, convertir el metano en propionato de etilo. Para ello, han usado una sustancia (que contiene plata) como catalizador, que hace reaccionar al metano y a otro reactivo -diazo compuesto- para dar lugar al producto final, el propionato de etilo.
El grupo de la onubense había aplicado esta misma metodología con otros hidrocarburos en experimentos previos. Pero trasladarla al metano suponía un problema, ya que es una sustancia muy poco reactiva y cualquier otra sustancia presente en el reactor reaccionaría antes.
Para solucionarlo, los investigadores han usado dióxido de carbono en condiciones supercríticas como medio de reacción. Este CO2 es muy estable y de reactividad baja, es gaseoso a temperatura ambiente. Sin embargo, se convierte en un fluido que puede usarse como disolvente si se somete a unos valores de presión y de temperatura concretos –lo que se denomina ‘críticos’-.
(Foto: Marco Crocoli)
Esta fase supercrítica se aplica, por ejemplo, en el proceso de eliminación de la cafeína al café.
La importancia del hallazgo radica en la necesidad de emplear el metano como materia prima en la industria química. La disponibilidad de esta sustancia en el planeta la hacen accesible desde un punto de vista económico. En la actualidad su uso industrial se reduce a un proceso en el que se convierte en monóxido de carbono e hidrógeno (gas de síntesis).
En experimentos previos, se había realizado la conversión de metano en otras sustancias, como metanol o ácido acético. Pero para conseguirlo se requiere de unas condiciones de trabajo muy drásticas: altas temperaturas o medios muy ácidos. El sistema empleado en este estudio opera a 40 ºC y sólo produce nitrógeno gas como subproducto.
La importancia del hallazgo radica en la necesidad de emplear el metano como materia prima en la industria química. La disponibilidad de esta sustancia en el planeta la hacen accesible desde un punto de vista económico. En la actualidad su uso industrial se reduce a un proceso en el que se convierte en monóxido de carbono e hidrógeno (gas de síntesis).
En experimentos previos, se había realizado la conversión de metano en otras sustancias, como metanol o ácido acético. Pero para conseguirlo se requiere de unas condiciones de trabajo muy drásticas: altas temperaturas o medios muy ácidos. El sistema empleado en este estudio opera a 40 ºC y sólo produce nitrógeno gas como subproducto.
Fuente Original: Noticias del Espacio - Fuente: SINC