La NASA ha declarado oficialmente que la misión del robot marciano Spirit ha finalizado, después de no haber recibido ninguna señal procedente de él desde el 22 de marzo de 2010.
Afectado por numerosos problemas de movilidad, el vehículo quedó atrapado en una zona arenosa de la que no pudo escapar por falta de tracción en sus ruedas. La dirección del programa decidió entonces reconfigurar su tarea para una operación desde un punto fijo. Sin embargo, con la llegada del invierno marciano, la deficiente iluminación de sus paneles solares, junto a su mala orientación, obligó a reducir el gasto energético a bordo, hasta que no dispuso de energía suficiente para seguir trabajando. El Spirit entró en hibernación, y sus sistemas, sin la ventaja del uso de los calentadores eléctricos, tuvieron que soportar temperaturas muy bajas.
Una vez transcurrido el invierno, y una vez iniciado el ascenso del Sol sobre el horizonte marciano, la NASA puso en alerta a sus orbitadores y a sus antenas terrestres para intentar detectar alguna señal del Spirit, programado para activarse en cuanto dispusiera de energía suficiente. Sin embargo, dicha señal no se recibió nunca, y los expertos creen que alguno de sus sistemas podría haberse dañado gravemente debido al frío.
Aunque las sesiones de escucha se han prolongado durante meses, la NASA ha decidido que no es necesario continuar intentándolo. Los recursos para ello se necesitarán en breve para otras misiones (el Mars Science Laboratory Curiosity volará muy pronto, en noviembre), y dada la baja probabilidad de que el Spirit reviva, es mejor dejarlo en su estado. Se envió el 25 de mayo una última transmisión en dirección al robot, solicitando su respuesta, si bien es posible que las antenas de espacio profundo de la NASA efectúen alguna escucha de cuando en cuando.
Afectado por numerosos problemas de movilidad, el vehículo quedó atrapado en una zona arenosa de la que no pudo escapar por falta de tracción en sus ruedas. La dirección del programa decidió entonces reconfigurar su tarea para una operación desde un punto fijo. Sin embargo, con la llegada del invierno marciano, la deficiente iluminación de sus paneles solares, junto a su mala orientación, obligó a reducir el gasto energético a bordo, hasta que no dispuso de energía suficiente para seguir trabajando. El Spirit entró en hibernación, y sus sistemas, sin la ventaja del uso de los calentadores eléctricos, tuvieron que soportar temperaturas muy bajas.
Una vez transcurrido el invierno, y una vez iniciado el ascenso del Sol sobre el horizonte marciano, la NASA puso en alerta a sus orbitadores y a sus antenas terrestres para intentar detectar alguna señal del Spirit, programado para activarse en cuanto dispusiera de energía suficiente. Sin embargo, dicha señal no se recibió nunca, y los expertos creen que alguno de sus sistemas podría haberse dañado gravemente debido al frío.
Aunque las sesiones de escucha se han prolongado durante meses, la NASA ha decidido que no es necesario continuar intentándolo. Los recursos para ello se necesitarán en breve para otras misiones (el Mars Science Laboratory Curiosity volará muy pronto, en noviembre), y dada la baja probabilidad de que el Spirit reviva, es mejor dejarlo en su estado. Se envió el 25 de mayo una última transmisión en dirección al robot, solicitando su respuesta, si bien es posible que las antenas de espacio profundo de la NASA efectúen alguna escucha de cuando en cuando.
(Foto: NASA/JPL/Cornell University)
La misión del Spirit, sin embargo, ha sido un resonante éxito. Diseñado para sobrevivir durante unos 3 meses, aterrizó el 3 de enero de 2004 y trabajó durante varios años. De hecho, su hermano gemelo, el Opportunity, aún sigue operativo sobre la superficie de Marte.
Fuente Original: Noticias del Espacio